Se muere el tiempo corroyendo mis huesos
almas transitando universos
sombras enmudeciendo al corazón
vida sin respeto, acunando en sus garras el dolor.

Paseo entre sombras que castigan, milímetros de aire, de existencia
bailo tristes melodías bajo el yugo del hambre
asomo mis ojos sobre la tierra que me cubre
y pisoteas mis ganas de levantarme.

Como un alma errante no vencida
sigo suspirando por cambiarte
colores nuevos, nuevos días
bajo el mismo sol apagado, sin calor.

Marchitando pasos gastados por una línea del cielo
promesa eterna para seguir muriendo
no me saludan los ángeles del infierno
santos perpetuos cerrando las puertas de los sueños.

Un te amo sabe a limón amargo
escuece en el corazón hasta agotarlo
maldiciones de palabras engendrando el llanto
odio simpleza del alma que camina descalza por la tierra
fogón de la memoria, hierven las ideas.

Mentiras que condenan bajo estúpidos dilemas
sombras agudizando el ingenio para seguir trepando por los sueños
ilusiones de la nada sonríen dándole luz a tu mirada
y el llanto se esconde emocionando los momentos
en los que sentí que amé a través de los tiempos.

Corroídos mis huesos sigo infundiéndome desalientos
y camino sobre el barro desenterrado un te quiero olvidado
malgastado quemando mi piel y agrietando mis labios.

Y el tiempo muere bajo las sombras de la tierra
condenada a asomarme por la ventana de la realidad
malgastando los pasos que ya no he de pisar.