Qué bonito es saber hablar



explicarme con palabras



ensancharme en el vacío





Qué bonito es saber escuchar



mirarte a los labios



y saber que mientes





Qué bonito es tener un gesto al mismo tiempo:



sincronización absoluta de los sentidos.





Qué terrible es ser así



tenerlo todo y estar siempre insatisfecho.





Pero aún me queda mi mano, esa siempre fiel amiga.



con la que agarro el papel del mundo que me circunda



y lo arrojo a la basura.





Qué bonito es ser capaz de desnudar al Cielo



y de cavar bajo la tierra



y de hallar así un sentido a todo esto.





Sólo allí así respiro y no me importa entonces quién se venga.