A desexistir sin convertirse en un asesino: desexistir con pulcritud. Inevitable no lograr hacerlo. A Dios no le gusta los Dioses solos.
Ineludible es dejarse atrapar, caer en las redes, permitir sin remedio que alguien nos haga funcionar para algo y luego morir sin Gloria, o dejarse ser asesinado.