Raul y Marta llevaban un año casados. Eran la pareja ideal, pero poco a poco fueron dejando de lado el amor hasta un punto en el que todo eran recriminaciones. Sin embargo seguian juntos soportándose como bien podian, al fin y al cabo solo se tenian el uno al otro...se les habia agriado de tal manera el caracter que habian ido perdiendo todo el contacto con sus amistades.

-Me voy a trabajar –dijo Raul en un tono muy seco
-Piensas venir a comer?
-No
-Ya ni siquiera esos detalles...venga, vete
-Que detalles son esos?
-Hoy es nuestro aniversario...hace un año que eche a perder mi vida
-Entonces que hay que celebrar? –exclamo mientras se marchaba dando un portazo
-A ver si revientas ya... – vocifero sin inmutarse

Marta se quedo compadeciendose y dandole vueltas a la cabeza...como habian llegado a eso? Empezo a acoradrse de los buenos tiempos, no el dia en que se conocieron, ni cuando la pidio en matrimonio, nada de eso. Iba recordando pequeñisimos detalles de su relacion, todas esas cosas por las que se enamoro de el, pero que una vez casados habian sido sepultados por el alquiler de la casa, las facturas, las letras de lo poco que habian podido comprar...lagrimas de nostalgia resbalaban por su rostro.
El sonido del telefono la devolvio a la realidad. Se levanto de la silla y miro el reloj. Las diez y doce minutos de la mañana, habia pasado un buen rato desde que su marido se fue.

-Quien llamara a estas horas? –se pregunto extrañada- seran los del banco otra vez...

El hecho de que llamasen la soprendio, la casa llevaba tiempo sin escuchar la caracteristica y peculiar voz del telefono. Se apresuro a cogerlo y salir de dudas de una vez. Seguro que eran los chupasangres del banco, lo sabia...

-Diga?
-Es usted familiar de Raul Quiroga?
-Si, soy su esposa. Que pasa ahora?
-Vera...lamento informarla de que su marido ha muerto...creame que lo siento
-...........
-Señora...sigue ahi?...señora...

Un camionero habia perdido el control de su montruoso vehiculo. Aquella bestia salvaje vio en la moto de Raul una presa muy facil y arremitio contra ella. Poco se pudo hacer por ambos.
Al funeral acudieron algunos compañeros de trabajo y un par de conocidos. Nadie dijo nada, todos se fueron por su lado. Marta se quedo alli sola, desconsolada. Como iba ella a sobrevivir ahora con todas las deudas que aun tenian? Se echo a llorar, pero mas por el hecho de haber pensado podido pensar antes en el dinero...en realidad le seguia queriendo como el primer dia, ahora se daba cuenta, cuando ya no habia solucion.

-La hay –dijo alguien detras suya- Hay una solucion

Marta se volvio rapidamente...alli no habia nadie. Estaba delirando? Se estaba volviendo loca?

-Os dare una segunda oportunidad –prosiguio la grave y enigmatica voz
-Que es esto? Quien eres? – grito ella al aire

El imaginario interlocutor callaba ahora. Definitivamente se estaba volviendo loca. Esquizofrenia quizas? Se altero y decidio irse de alli, la vision de la reciente herida abierta en la tierra donde ahora descansaba su esposo la estaba traumatizando.

-Que me esta pasando? Quien eres? –insistio Marta mientras aligeraba el paso, no habia animo de respuesta a su pregunta
-Se me conoce en muchos modos distintos, pero mi nombre no importa ahora. Esta vez no voy a pedir nada a cambio de mis favores. Dispondras de otro año junto a tu esposo. Pasado ese año el morira como esta escrito. Vividlo como os venga en gana, enmendando o no vuestros errores. Una ultima cosa, no le hables a nadie sobre esto, no intentes detenerlo ni prevenirle, nada de juego sucio...tomalo como consejo, no como amenaza.

La locura se detuvo. Ella corrio hacia su casa intentando olvidar todo lo que acababa de pasar, pero no podia. Una vez alli fue directa al baño. Abrio la puerta del pequeño armario que tenian debajo del lavabo. Removio con ansiedad en el interior hasta que dio con lo que buscaba. Hizo saltar con brusquedad la tapa del bote de tranquilizantes y se llevo unos cuantos de estos a la boca. Seguidamente se tumbo en el sofa y cayo en los brazos de Morfeo








A la mañana siguiente desperto sobresaltada. Alguien estaba llamando insistentemente a la puerta. Al levantarse del sofa noto que se encontraba bastante mareada, malditos tranquilizantes se dijo a si misma. Fue hacia la puerta dando tumbos, somnolienta y con la vista un poco nublada...

-Carmen??? Que haces tu aquí???– exclamo Marta confundida
-Vaya humitos con los que nos levantamos...queria ver que tal estabas despues de la borrachera de anoche
-Como? Que borrachera?
-Si que fue fuerte si...la que te agarraste anoche que tuve que acompañarte hasta aqui
-......
-Joder hija, no te acuerdas de nada? Ya sabes...tu despedida de soltera...copas...tios cachas en tanga...me estas tomando el pelo verdad? Si te conocere yo...

Marta echo un vistazo a su alrededor y vio con claridad que estaba en su antiguo apartamento. No podia estar pasando, se habia vuelto loca, definitivamente. Estaba reviviendo el pasado, la voz cumplio con lo que decia...seguramente era una pesadilla, no habia porque preocuparse, pronto despertaria...

Pero no, al dia siguiente se caso con Raul tal y como tenia que pasar. Ella intento poner su mente en orden para poder asimilar todo aquello que estaba pasando y todo lo que le habian profetizado. Recordo la ultima frase, la advertencia, y la cumplio a rajatabla...no queria echar todo a perder otra vez.

En muchas ocasiones se vio tentada a revelar su secreto, pero nunca lo hizo, por temor. Lo que si hizo fue aprovechar el tiempo al maximo. Los meses iban pasando, la relacion era cuidada al maximo por los dos, el amor iba creciendo. Nunca habian sido tan felices...pero el plazo dado iba a expirar dentro de poco.

-Cariño, mañana... –paro subitamente al recordar la advertencia
-Lo se
-Lo sabes? –exclamo soprendida
-Claro...como iba a olvidar nuestro aniversario? –respondio mientras la besaba

Marta tenia planeado permanecer en vela, pero se desato tal pasion esa noche que irremediablemente cayo en un profundo sueño.

Desperto subitamente con la imagen en su cabeza de la tumba de Raul, aquella que ya vio en su momento. Giro la cabeza con el afan de encontrarle dormido a su lado pero su mirada se perdio...no podia ser, no podia haber desaparecido asi como asi. Seguramente habria salido ya hacia la oficina. Bastante alterada empezo a dar vueltas por toda la casa haciendo conjeturas. Raul habia cambiado de trabajo, la ruta que tenia que tomar le alejaba del accidente, entraba antes a trabajar, ganaba bastante mas y habian comprado un coche...pero la preocupacion seguia ahi.

Hizo caso omiso al consejo, tenia que detener aquello, no podia permitir que ahora que todo era perfecto se lo arrebatasen. Llamo al movil de Raul, queria persuadirle para que volviese a casa, marco varias veces pero siempre con el mismo resultado...daba tono pero nadie al otro lado contestaba. Marta se estaba desquiciando. Pasados unos minutos sono el telefono. Ella, temiendose lo peor miro el reloj...las nueve cuarenta y dos. Se habia adelantado?. Descolgo dubitativamente, habia mucho miedo...

-..... –no pudo articular palabra
-Cariño, estas ahí? –decia Raul al otro lado de la linea
-Si, donde estas??? –contesto esperanzada
-En el coche. He visto varias llamadas perdidas tuyas...no he podido contestar porque estaba comprando un ramo de rosas gigante para mi mujer, que te parece? –explico ilusionado
-Muy bien, muy bien, pero no vayas hoy a trabajar, te lo pido por favor...ven a casa –se notaba la angustia en su voz
-Tanto me echas de menos? Ya he ido a la oficina para decirles que hoy me tomo el dia libre...
-De acuerdo, pero no tardes y ten cuidado, vale?

El no pudo escuchar estas ultimas palabras. La conversacion le distrajo lo suficiente como para no ver aquel monstruo metalico que se le echaba encima. Intento reaccionar pero ya era demasiado tarde...lo ultimo que pudo oir Marta fue un “oh dios mio” seguido de un estruendo que solo podia haber sido provocado por la caida del cielo.

Colgo el telefono y se quedo mirandolo. No la quedaban lagrimas para llorar, permanecio inmutable esperando una llamada que no tardaria mucho en llegar. Pasados varios minutos sono por fin, las campanas del telefono repicaban. Miro el reloj, las diez y doce minutos. Ella ya sabia todo lo que iban a decirla...lo unico que no sabia y nunca supo es que dentro de ella se estaba gestando una vida, fruto de aquel maravilloso año.

Descolgo el telefono, se levanto de la silla y camino lentamente hacia el balcon. Mientras Marta caia se escuchaba en el telefono la asustada voz de Raul intentando hablar con ella, no sabia como habia salido ileso de aquel terrible accidente, habia vuelto a nacer.

El maquiavelico plan habia salido a la perfeccion. Alguien se estaba diviertiendo al otro lado de las puertas del infierno.