Cada segundo existente sin tu presencia transcurre entre el vacío inimaginable de la eternidad y el latente desconsuelo; tiempo irreal al pasar de los días, desmedidamente engrandecido irrita las heridas que aùn palpitan en su refugio que es mi silencio. Ya no intento escapar no hay lugar a donde ir.
Sinfonías de aquel amor en la estación del miedo, fantasma portador de mis recuerdos abandona el mal habito de revolver en la memoria.
Que misterio se esconde entre el cielo y el suelo. Si no es posible encontrar la felicidad en cada lado, si la felicidad es tiempo que apresura, que se esfuma y el tiempo es siempre final; entonces todo se funde en una dimensión, absurda, pero real y sin absolutos. Cual es la verdad de una persona que pasa sus días persiguiendo sus sueños sin poder alcanzarlos, donde su ruego permanente, estalla inútil entre los muros asfixiantes de la rutina y desde la integridad de sus deseos caen torpes las ilusiones.
Una vez màs, cautiva de mi debilidad ilusoria, capture como un tesoro, las semillas del rencor para sembrar un escudo de poder ante el hechizo frígido de su espectro que asecha constante con sus sombras a la misma ingenuidad de siempre, y para la armonía restante, guardo su sarcasmo mi tristeza, que con su pasar de resignación transmuto en melancolía.
Buscando la salida, mortalizè un sueño, en una linea recta, sin principio y sin fin, ni desvìos ni atajos ni sobresaltos; fue la monotonìa la que derramo desesperanza en el estanque de las emosiones; es la fatalidad de no percibir la esencia fundamental de las cosas en el acontecer intemporal de espacio personal de los dìas, es el martirio de encontrar nada alrededor del cansancio; es la oscuridad y el encierro propio, sin puertas ni ventanas; es la impaciencia infernal de la espera; es la facilidad de respirar siempre el mismo aire respirado; es no poder desagotar el alma en una lluvia de làgrimas y acumular un mar de angustia sobre el pecho inundado; es escribir con dolor y con furia y no poder cambiar; es aceptar al tiempo como un rival despiadado; es comprimir el deseo y retorcerse de dolor antes de defraudar y entregarse a un abrazo y encontrar al infierno de brazos cerrados y de espaldas al mundo y no es solo no encontrar, sino perder buscando, pero aun asì; entenderlo, y tener el valor de seguir, la fuerza de luchar contra uno y contra todo y es tener el poder de valorar y la claridad de disfrutar al màximo de aquellos interines de luz que se nos abren de tanto en tanto y saber rescatarlos de toda la contaminaciòn ya expuesta y aferrarse a ellos para contrarestar; aca, ahora, después y siempre; por que no hay mucho que entender, pienso que la vida no es mas ni menos que eso: vencer al tiempo en recuerdos y ser vencido a veces, pero sin resignar; caer para levantarse aun con mas fuerza, por que este es el único camino y ya no hay vueltas en la recta, deberás caminar entre el éxtasis y el dolor, el horror y la maravilla. El milagro esta en mi y esta en vos, unamos nuestro destino y dejemos pasar el calor de la vida para abrir los ojos y despertar del insomnio en que nos hemos acobardado.

Agustina