CAMINANDO JUNTO A TÍ


Prefiero caminar antes que saltar.

Sé bien que saltar es más entretenido, ya que el hecho de agarrar impulso te hace sentir fuerte y joven.... al saltar abarcas más espacio y avanzas más rápido. ¿Pero que pasa si no alcanzas el lugar al que quieres llegar con el primer impulso?, y si vamos saltando juntos y uno de los dos pierde el impulso.... ¿cómo voy a poder sostener tu mano para no dejarte caer?, ¿y si los saltos de uno son más altos y largos... acaso no sentiríamos envidia del otro por disfrutarlos más?

Prefiero caminar antes que correr.

Noto inmediatamente que el correr da una sensación de vigor y poder, ya que avanzar rápido por el camino dejando a todos atrás y a mayor velocidad y sin obstáculos que te detengan, logrando la admiración de quiénes pasaron de largo y la satisfacción de no saber de sus problemas, alcanzado muy rápido las metas propuestas y recibiendo los premios prometidos antes que todos. Pero, si siempre voy solo ¿a quién le podré mostrar todo lo que he logrado y entregarle los frutos obtenidos de ellos?, y si hay alguien que quiera seguirme, pero uno de los dos debe ajustarse al ritmo del otro ¿acaso no me ceñiría mal por saber que puedo llegar antes que esa persona y entregarle más rápido lo obtenido?, ¿no terminaría lesionándolo si se ve obligada a forzar su marcha?, y si voy a una velocidad que no me permite darme cuenta que voy dejándola atrás y no me permite volver ¿simplemente la abandono? No creo que sería lo más correcto... pero como está el mundo hoy, estaría justificado.

Sí, prefiero caminar.

Así podría contemplar las cosas que están a mi alrededor detenidamente, sería más fácil percibir los sonidos traídos por el viento, no sólo los de la naturaleza sino que también los de las personas. Cada vez que de un paso sabría dónde pisaría cada pie, y sabría muy bien la distancia recorrida y posiblemente cuanto me falta por llegar, además de tener presente muy bien de dónde vendría.
Caminando podría encontrar a alguien para que me acompañe, ustedes saben, para conversar sobre las cosas que veo y las que ya vi... alguien que me pueda ayudar a encontrar una senda mejor o por lo menos aventurarme en algún camino desconocido. Una persona que me permita avanzar sin cuidado de vez en cuando, pero me advierta en que momento me debo fijar en mis pasos. Quiero caminar junto a alguien que me tienda una mano cuando me sienta cansado, me apure cuando sea necesario y me pida calma de vez en cuando.
Sólo caminando podré avanzar hacia delante, y solo caminando daré un salto cuando sea necesario y sólo caminado sabré el momento en que debo correr.

Así lograré caminar al lado tuyo, tan lejos como quieras llegar, recorriendo la distancia que me pidas, dando todos los pasos que sean necesarios... y llegar así al destino que queramos.