¿Será posible que en medio de las tinieblas que embargan mi espíritu aparezcas para mostrarme el camino?

No quiero resbalar, porque sé que si caigo no vuelvo a levantarme, ni siquiera al verte a lo lejos, por fin, cuando ya falte poco para estar juntos.

No quiero pensar que tanto tiempo y tantas circunstancias fuero sólo sofismas para mi alma racional, y espejismos para mis ojos acuosos.

No quiero sentir que tantas cartas fueron arranques de pasión, y no un cuento elaborado para los dos, para nuestra historia.

No quiero morir al revivir tu piel, tu sexo y tus labios, cuando eran sólo míos, y no querían soltarse de mi.

No quiero, en todo caso, darme cuenta de que estás lejos y que soy lisiado. No podría soportarlo.