| Unas horas... quizás días. Probablemente comience con miradas, tal vez un abrazo –nervios- en el que el roce de la piel será inevitable. Preguntas de rutina.. como estás? Como te fue?... y  siempre esa mirada –tiemblan las manos- que traspasa lo visible.Caminando por las calles a su lado, quizás huyendo de esa capacidad que tiene de desnudar mi alma –nudo en la garganta- para que no logre ver mis pensamientos, controlando cada palabra para no expresar más de lo debido.
 Llegamos –al fin a solas- y se supone que debo organizar todo, pero antes de lo pensado sus manos toman las mías –corazón agitado- mientras su mirada que me penetra se acompaña de unas palabras que no acierto a escuchar –lo quiero- así que solo me dejo llevar. Sus palabras dicen mucho menos que su corazón, que su mirada, que su piel –lo beso?- y lo único que hago es sentirlo entrelazado a mi –sentimientos-  como nuestras manos.
 Lo decidí... quiero besarlo!!! .. y antes de que él pudiera decir algo uno mis labios  a los suyos –miedo- en un beso sutil, suave como sus palabras.
 Salimos tomados de la mano, recorriendo calles, parques , plazas –el lugar no importa, estoy con él-  compartiendo todo ese tiempo que nos debíamos el uno al otro.
 Otra vez solos –no puedo apartar mi mirada de sus ojos-  y fue inevitable ... nos besamos, pero con mayor intensidad, sin miedo a lo desconocido pues ya había probado su aliento, con pasión –lo amo- mientras sus manos y las mías reconocen lugares nunca antes explorados. Su piel y mi piel convertidas en una sola, en la máxima expresión de un sentimiento –lo deseo-  con sonidos que nos transportan a otros espacios.
 Cada hora que pasa es una hora más de felicidad y una menos de tiempo..  ese tiempo que desearía fuera interminable – un para siempre-  para permanecer a su lado.
 De mis labios nace un Te Amo mientras sus caricias adornan mi rostro –mi cuerpo- y ya no son suficientes sus manos, sus labios, su cuerpo –lo necesito- así que me dispongo a recorrer su alma deleitándome con cada sorpresa que me encuentro regalándome un poquito más de dicha.
 Y cuando el tiempo está por acabar...un beso –amor- y la certeza de que será un “hasta pronto” ...
 
 Soñar no cuesta nada....
 
 |