La soledad es algo que nadie quiere vivir, pero sin embargo todos pasamos por ella alguna vez, tendemos a pensar que estar solo es lo peor que le puede pasar a alguien, tendemos a deprimirnos, a sufrir, a llorar y sentirnos lo menos importante en este mundo, a sentir lastima por los que están solos. Pero hay quienes disfrutan de ella, que suelen aprovecharla para encontrarse a si mismos y conocerse un poco más a fondo, hay quienes no valoran un momento de soledad, que es algo que no muchos tienen y que a veces es necesario para salir un poco de la presión y estrés que vivimos cada día. Estos momentos de soledad llegan muchas veces a hacernos mejores personas, ya que nos permite madurar y reflexionar en las personas que somos y que queremos ser.
Son momentos en que uno debería preguntarse a si mismo, si uno es realmente feliz, si estamos realmente contentos con lo que somos y si no, tratar de hacer algo al respecto para poder estar completamente satisfechos con la clase de personas que somos.
Si pudiéramos tener estos momentos y si lo tenemos aprender a valorarlos, seríamos mejores personas.
Hay que recordar que hay que estar bien con uno mismo, para estarlo con las otras personas, porque a los demás puedes perderlos, pero tienes que lidiar contigo mismo toda tu vida.