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¿Qué es exactamente la felicidad? ¿Es acaso, un sentimiento temporal y pasajero? o, ¿Es un sueño inalcansable?

Hace medio año, yo no podría haber explicado lo que es la felicidad. Es mas, para mi la felicidad era como un cuento de hadas, "Me gustaría que fuera real, pero es simplemente fantasía". Ahora miro atrás y lloró por lo ingenua que pude llegar a ser.

Talvez esos dolorosos pasos, fueron necesarios para poder entender quien soy ahora, y poder entender todo lo que me parecía una broma ridícula hace ya tiempo atrás.
A los que ya llevan tiempo conmigo, saben que yo solía ser una chica solitaria, y que sufría mucho. Muchas personas me llegaron a decir que mi mirada expresaba odio y tristeza, no lo niego, mi vida solía ser así.

No recuredo bien, no se si fue la noche del 4, 5 o 6 de diciembre, que exprimente lo que era el verdadero amor. No me refiero al amor de un " te quiero" o un " no me dejes". Me refiero al amor, del que dió su vida por nosotros. Estaba junto a casi 15 personas en el santísimo, me sentía intimidada y sabía que no era la única. Pero era terca y no quería entrar en razón. Está noche Cristo me llamo. Al entrar al santísimo yo le pedí al Señor cosas simples e ingenuas, " Si existes, llámame, quiero oirte porfavor!". Dudaba demasiado. Mientras hacía el amyor esfuerzo por escuchar, pusieron una canción que cambió mi vida:

Lo he traicionado y entregado a los malvados,
lo he coronado con espicas puntiagudas
yo he atravesado con la lanza su costado
lo he clavado en un madero y aún me ama


Apenas escuché esto, estallé en llanto, efectivamente, Cristo me hablaba, y yo no lo había escuchado. Cristo había estado tocando a mi puerta todo aquel tiempo y yo no quise escucharlo. Lo había traicionado, toda mi vida había sido una mentira. Me dolía haberme dado cuenta tan tarde, y por esos segundos no creí que el Señor Jesús me pudiera llegar a perdonar. Luego el coro de la canción...

FUE EL MISMO DIOS,
QUIEN DIO SU VIDA EN UN MADERO POR AMOR
FUE EL MISMO DIOS,
QUIEN DERRAMÓ SU SANGRE PARA DARME VIDA.
FUE EL MISMO DIOS, QUIEN ACEPTÓ MORIR
ATRAVESADO Y DESGARRADO POR LOS CLAVOS.
FUE EL MISMO DIOS, QUIEN ME HA SALBADO
DEL PECADO Y DE LA MUERTE.
FUE EL MISMO DIOS.


Yo ya no podía contenerme, por mas de estar arrodillada mi cuerpo se caía de dolor. Me di cuenta, "Dios me perdona, y me ama" y me dolía tanto no haberme dado cuenta antes. Las Palabras que me decía el Señor, fueron las que me hicieron darme cuenta de que Cristo me llamaba para seguirlo, y había muerto por mi, y quería salvarme. Desde ese momento, yo estaba decidida a vivir por Él.

Me ha entregado a su Madre con amor,
me ha lavado con amor los pies llagados,
El me ha curado las heridas del pecado,
me ha amado desde antes que naciera.

Me ha ensañado como seguirlo y amarlo,
me ha llamado para una gran misión
Él me ha escogido para ser un apóstol,
para anunciarlo con mi vida hasta la muerte.


Cristo me llamaba para anunciarlo. El Señor me llamaba para algo grande, para algo que nunca pensé el confiaría en mi. No pensaba defraudarlo. Desde ese día, mi misión era otro.
Yo sería la boca de Cristo.

Comenzé a buscar vivir esta nueva vida. Buscaba hacer apostolado, buscaba dar testimonio de vida, siempre buscaba algo mas. Y lo que sentía luego de evangelizar, luego de vivir quién era yo en verdad, era algo que nunca había vivido antes. Estaba viviendo mi mismidad, recién estaba comenzando a conocerme. Hablar en nombr de el Señor es la mayor satisfacción que puedo tener. Hasta ahora, no se me ha presentado nada que valga tanto como lo que hago en mi despliegue. Cada noche en el santísimo, era salir de mi misma, y ser alguien mas, no era yo, la Daniella que hacía bromas, me reía...En el santísimo era otra persona, era yo sola. Era, sacar todos mis pensamientos, lo material lo físico, era mi alma conectándose con el Señor. Entendía lo que era amar tanto a alguien. Estaba dispuesta a vivir lo que sea por Él, estaba dispuesta a cargar mi cruz.

Muchas personas creen que la confirmación es solo un rito, algo que se hace por tradición. Para mi la confimación fue el comienzo de una nueva vida. Yo me entregaba a Cristo, para ser quién el me dijera.
En este acto de entrega, me puse el nombre de Daniella Magdalena, era un nuevo paso en mi vida Cristiana, yo había cambiado, me había encontrado a mi misma. Cuando Monseñor ungió con aceite una cruz en mi frente, sentí, no lo imaginé, sentí como el Espíritu santo entraba en mi. Yo era un apóstol del Señor. Esto fue tan fuerte, que quería llorar, quería estallar, quería contarle al mundo lo que sentía que entraba en mi, en mi corazón en mi alma, en mis pensamientos. No era la misma persona,había dado un paso adelante.
Una canción que me dentificó bastante en este momento tan importante de mi vida fue "No tengo miedo":

Cristo tu cruz es respuesta real
para este mundo, para este tiempo
que huye entemores
tu eres camino, eres verdad, eres la vida.

NO TENGO MIEDO DE LA LIBERTAD
NO TENGO MIEDO SEÑOR DE LA VIDA, ME QUIERO ENTREGAR
TOMA MIS MANOS, MI VOZ Y MI ANDAR
Y YO ALZARÉ ALTO LA CRUZ DERRAMADA DE AMOR
PARA QUE SEA BANDERA DE LA JUVENTUD
TU TRIUNFO SANTO QUE JUNTO A MI CANTO SE HARÁN FUERTE LUZ
PARA QUE VEAN TU ROSTRO JESÚS
HOMBRES CON SED, HOMBRES VALIENTES QUE QUIERAN SEGUIR TÚ CAMINAR

Al verte herido reinando en la cruz
dices mi nombres, suenan tambores, al escucharte
oigo las voces de auqellos hombres que tienen hambre.

Santa María me acojo a tu amor
pido tu fuego, que arede de ruegos, hoy por tus hijos
Virgen María, rosa del cielo,
oye mi canto


Cuando canté esta canción al finalizar la ceremonia, la canté como una veradera Cristiana, afirmaba, que Cristo era mi vida, que Cristo era la respuesta a todo lo que necesitaba. Desde aquel día me comprometí a vivir la vida Cristiana. No tenía miedo, me entregaría con Él. Lo único que quería era hablar en su nombre, y traer la salvación, solo quiería ser como Él. Quería que los demás, los que eran como yo fuí alguna vez, entendieran lo que era la vida en Cristo, lo que era de verdad ser feliz. Cristo me llamo a dar testimonio, yo respondí a su llamado.

A este punto de mi vida, todavía me es difícil contener las lágrimas a hablar de Cristo, contener las lágrimas al escribir sobre Él, por que la amistad que he llegado a tener con Él, es la quiero que todos ustedes la tengan. El Señor me enseñó a amar, a amar de verdad, a amar con la vida, y este amor solo se consigué en Él. "Soy un apóstol, soy del Señor, el me llamó para esta misión".
Hoy, ahora, y siempre, se los diré.
¡SI PUEDEN SER FELICES!

Texto agregado el 23-11-2005, y leído por 222 visitantes. (0 votos)


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