Ya vendrá por el caminito bañado de amargas lágrimas, a enjugar con sus cabellos una a una mis penas y a ponerme a soñar en un mañana que será mi despertar; con su ímpetu humilde, recogiendo mis huellas y curando mis heridas.
Ansiosa de encontrar al pequeño hombre acariciando mis cicatrices, percibiendo mi aroma, amando mi deseo sabiendo hallarme...

A dos pasos: dos pequeños ojos negros se levantan y miran ternura, regocijo, salvación
Era como el suspiro, como la brisa, con sombras iluminadas...

Te llama y toca tus labios, te devuelve la vida, te resistes sólo por un beso más; te complace y te levanta... la tomas... caminas y amas...