Y esta noche entre el cielo y el suelo, con la luna como testigo y las estrellas de confidentes quiero decirte mi querida amiga que me siento terriblemente nostálgica, como si el mismo cielo llorase mis penas silenciosamente entre las nubes lejanas.

Esta noche mi querida amiga, mi animo se disfraza de colores tristes, más no se tiñe con ellos para siempre... porque sabe perfectamente que son colores pasajeros, que no contrastan para nada las tonalidades de mi alma.

Noche, si, muy noche… pero sólo faltan también unas horas para el día, un día que trata de salir adelante, junto con mi animo que también sabe pintarse de acuarelas brillantes color cielo y calido.

Ausente ya de palabras que describan este sentimiento retiro mi cuerpo, más no mi mente de este “mundo real” y vuelvo a mi satélite para empaparme un poco de ese hermoso azul universal.


A una gran amiga a la que aprecio mucho, un gran arbazo fuerte a la distancia, por que siempre sale el sol...¡salud!