quisiera decir algo en contra de esos hijos de puta que no saben qué decir pero se inventan mamada y media producto de su poca experiencia vital y además hacen las veces de "críticos literarios"; sin embargo me resulta incoveniente darles plana donde no es necesario. por ellos solamente habría que rezar una plegaria, guardar un minuto de silencio, o en el último de los casos realizar una procesión silente hasta el cerro de las campanas: colgarlos en posición de cristo invertido y ver cómo en un movimiento pendular resuelven su insatisfactoria existencia... pensándolo mejor, creo que sólo habría que romperles la madre durante doce asaltos, sin necesidad de noquearlos.