(Abril 2002)

¿Donde han quedado los sueños asfálticos
de niño hallado a la puerta de un supermercado?

¡Rrriiingg!

Destroza los tímpanos el sonido de las manecillas del reloj
al chocar en el suelo de marmol
que enfría los pies descalzos.

¡Ahhh!

Comienza la mañana
robando las intenciones relegadas
a las horas oscuras
en las que trabaja la promiscuidad.

La mañan maldita
que roba la vida narrada en las hojas tintadas
por escritores de madrugada.

Disculpe, desconocido,
no me arroje sus vapores humanos
que estoy educado en la ashepsia.

¡Joder que densa!
Recapitulemos.

Si te encuentras sola a pesar de que tu madre nunca te abandonó a las puertas de un supermercado.
Si no soportas el tic-tac del despertador durante la noche ni el ring de la mañana.
Dime, niño, ¿que quieres tu que yo le haga?
La vida no son sueños vagos como los de la noche pasada,
ni realidades poco certeras narradas en los periodicos de la mañana.
Asi que, niño mío, date una ducha con abundante jabón oloroso,
por que no hay cosa que mas moleste
que tu sobaco arrancándose por bulerías
en las primeras horas de la mañana.