Morena de ojos negros, ese negro intenso que se pierde en la negrura misma como la oscuridad negra que esconde un secreto, el secreto de sus ojos que nunca pude descubrir, una mirada intrigante y de cierta desconfianza, esa morena de tenues curvas parecía salir de la muchedumbre, tanta gente y yo pose mi mirada en sus ojos, en sus labios gruesos y zigzagueantes, en sus rizos ondulados y negros.
Morena de efusivo que supe amainar con mis caricias, de sensaciones distintas, de besos sublimes, morena tu piel, morena tu sangre, esa sangre latina que recorre cada vena de tu cuerpo llegando a cada célula, células de sangre morena.
Morena se volvió mi vida con tu llegada, con tu encuentro, tu hallazgo, tu descubrimiento. Descubridor de deseos me bautizaste, de los deseos más ocultos, de nuestros deseos, del deseo de amarnos, de mis deseos morenos.
Morena mi luz, que ilumina solo mi alma, moreno el deseo que quedó entre mis sabanas. Morena tu fuga, mi pérdida morena, estoy a la espera de tu encuentro, Morena.