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Inicio / Cuenteros Locales / sombrero / DE CABRAS, VACAS Y CAMELLOS

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Entre China y Rusia esta Kurdistán, un país pequeño en el que los campesinos tienen la costumbre de practicar un deporte algo singular. Agarran una cabra y le cortan la cabeza, desangrándola por un par de días hasta que este bien seca y luego también le cortan las pezuñas, y con lo que queda juegan algo parecido al polo, montados en sus caballos agarran el cuerpo de la cabra que pesa como treinta kilos y lo lanzan de un lado para otro. Ramón un turista mexicano me cuenta que los vio corriendo como locos detrás del cuerpo de la cabra decapitada, mientras tanto, las mujeres de los deportistas estaban preparando una sopa con la cabeza de la cabra para que celebren los vencedores, perdedores también celebran, después de todo es una gran fiesta donde todos se declaran campeones, todos han ganado, con una insignificante excepción, la de la cabra.


Al noroeste de India hay un estado llamado Rajastan, famoso por su exótica población, donde según algunos se ha iniciado la cultura gitana. Otro elemento que llama mucho la atención es la gran cantidad de camellos que tiene esas tierras. Sus pobladores, los rajastanos, se les ocurrió un día inventar una competencia para sacar provecho a tanto animal, así que esta consistía en ver cual era el camello que podía levantarse con mayor cantidad de personas subidas sobre su lomo, el record de esta año ascendió a catorce!
Resulta ser que hace muchos años por asuntos políticos los limites que habían entre Rajastan y Pakistan fueron modificados, los aldeanos fueron informados con anticipación para que tomaran la decisión para saber donde se iban a quedar y así moverse de un lado o para el otro; pero a los camellos nadie se tomo la molestia de decirles nada, a ellos les daba de todos modos lo mismo, asuntos como impuestos territoriales, pasaportes, visados, elecciones presidenciales y demás asuntos de carácter puramente territorial. Hari Chandra propietario de una manada de camellos sufrió mucho cuando se dio cuenta que sus camellos estaban en territorio de su país vecino. Desde la nuevas fronteras los pudo ver de cerca, los llamo por su propio nombre a cada uno, los tentó con deliciosos manjares que les tendía desde su mano, pero nada; los oficiales le negaron el acceso sin antes hacerle la consulta al embajador de Pakistán, o al menos la oficina de inmigración tenia que decidir que iba a suceder y si expatriarlos era una posibilidad, o en cambio si ellos decidían declararse inmigrantes de aquellas nuevas tierras.

Desde lejos Hari Chandra los volvió a llamar como ultimo intento, ellos reconocieron su voz, dirigieron su mirada a la de el e iniciaron un lento trote en dirección de su apreciado dueño. Instantáneamente todos al mismo tiempo recordaron el día en el que Hari Chandra había permitido que más de una docena de indios se subieran a su lomo, y uno tras otro comenzaron a darse la vuelta para dirigirse a paso moderado y disfrutando la liviandad de su cuerpo en camino de una nueva nacionalidad.

Texto agregado el 07-01-2006, y leído por 132 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
06-02-2006 mmm si, me gustó, los animales también sienten. soripo
07-01-2006 Bien. Solo corrigiría la palabra mexicano y lo del ano por año. Saludos. theonlyerath
07-01-2006 Muy dulce.. Me llega porque además yo amo a mi gatito. Es que el afecto puede lograr más cosas de las q uno espera. Besos! iri
 
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