Capitulo 3 Evolución

Después de la mítica batalla, el mundo sufrió cambios al igual que las formas de vida que lo habitaban. Además, el balance entre los Señores era más frágil que nunca; Luz y Oscuridad constantemente se ponían en contacto con algunos espíritus o con otras criaturas lo cual traería terribles consecuencias. Por otro lado, Muerte, buscando siempre saciar su apetito con almas manipulaba a los espíritus para conseguir que se asesinaran entre ellos. Con Fuego encerrado y Tierra prácticamente inconsciente solo Agua, Viento y Naturaleza eran capaces de mantener el control sobre el mundo.

Con el paso del tiempo la situación se tornó más crítica y el poder de los elementos se corrompió formándose lo que se conoce como fuerzas caóticas: maremotos, sismos, tormentas entre otras; entidades que despiertan en forma sorpresiva y devastadora, afortunadamente no pueden existir por un largo tiempo y después de que ocurren siempre hay momentos de calma.
Finalmente lo que tanto temían los Señores sucedió; la cantidad de espíritus en el mundo se redujo, de los miles que fueron creados en un principio ahora solo quedaban menos de cien: una comunidad de 34 en una isla, Oasis la aldea en el desierto con menos de 50 y en una montaña solo 22 quedaban de todos los que vivieron en la ciudad flotante. Era evidente que los espíritus estaban condenados a la desaparición. Pero todavía quedaba una esperanza y estribaba en la voluntad del Señor del fuego.

Sucedió entonces que después de meditarlo detenidamente los Señores decidieron hablar con Fuego para pedirle que ayudara a crear nuevos espíritus. Convencerlo sería muy difícil pero Naturaleza que aun recordaba su pasado como espíritu estaba decidido a hacer lo que fuera necesario, así que usando sus poderes atravesó las capas de tierra hasta llegar con Fuego. Contrario a lo que esperaba, el Señor del fuego se mostró tranquilo; el sabía perfectamente lo que el nuevo Dios planeaba y para mayor sorpresa estaba de acuerdo con el y con los otros Señores. Sin embargo la idea de Fuego no era exactamente la de los demás.

Los espíritus deben evolucionar fue lo que dijo Fuego, usando sus poderes y los de naturaleza cambiarían el cuerpo físico y el alma de los espíritus originales para convertirlos en una raza nueva. Hombre y mujer serán, así como, macho y hembra son los animales y podrán reproducirse para perpetuar la especie, aunque a diferencia de los originales, estos envejecerán y morirán con el tiempo, sin embargo parte de ellos seguirá existiendo dentro de sus hijos.

Resultaba conveniente la idea de Fuego pero quedaba un problema; el alma no puede duplicarse, esa fue la razón para crear los espíritus como se hizo originalmente. Sin embargo, Fuego estaba preparado: el podía hacer evolucionar el alma para convertirla en un ánima con la cual hombres y mujeres podrían reproducirse en forma física y en esencia. Naturaleza aceptó la idea y la realizaron enseguida dándose así la evolución de los espíritus para convertirse en las criaturas que somos ahora.