Érase una vez cuando en una zona del altiplano boliviano, había la relación estrecha entre todas las montañas y vaya que todo iba bién, la comunicación entre ellas era fluida y todo era verde la región, los alrededores florecia y la gente se benficiaba plenamente.
El dio sol estuvo muy felíz de ver que en su dominio todo era alegría y prosperidad.
Pero un día uno de las montañas se calló, no sabemos porque pero dejó de comunicarse con los demás y poco a poco preocupó a los demas.
Este mismo espiritu comenzo a afectar a los demás, poco a poco dejaron de hablarse y la comunicación menguó.
Pasó el tiempo y ya casi no se hablaban ni siquiera ese saludo que se brindaban por los vientos que surcaban por los alrededores.
El campo comenzó a sentir ese efecto, ya las cosas de la tierra no era lo mismo. La producción agrícola se restó. Ya no había paz y felicidad.
Entonces enterado de esto el dios Sol preocupado decidió poco a poco separarlos, hizo que lloviera mucho en esa región y las montañas poco a poco se vieron rodeadas por las aguas. en principio un rio, luego un charco gigantesco y finalmente se hizo una laguna para finalmente en hacerse un lago inmenso. Uno de ellos despertó - de las montañas - y gritó "estamos inundados y muy alejados!!!".
Las demás montañas despertaron de ese sueño profundo silencioso y al verse alejados por las aguas que los había separado clamaron al dios Sol por ayuda.
El dios Sol les respondió con tristeza "ustedes quisieron esto, no hicieron nada por preservar su unidad, prefirieron el silencio mordaz y maligno, prefirieron dormir que estar despiertos, prefirieron el sueño que la COMUNICACIÓN, que estan valiosa para estar unidos y para mantener la paz y la armonía, así quedarn como señal de ejemplo para otras generaciones."
Bajaron la cabeza las montañas resignandose a ese destino final de vivir separados y sin poder comunicarse como antes.
Hoy por hoy esas montañas son aquellas que rodean al lago sagrado del TITICACA.

de eliass quispe