Y ahora, cielo y sombra
Soy un grito en el silencio
Desgarrado hasta los huesos,
O tan solo un pobre diablo
Solitario, como un barco perdido
En la oscura inmensidad del tiempo.

Y ahora, carne y fuego
Soy un eco en la distancia.
Y tu voz es el sonido que me llega
Como un rastro del pasado,
Me disuelve en la ilusión de haberte amado
Se hace nudo en mi garganta.

Y ahora, cuerpo y daga
Soy un alma que se apaga
Entre el cielo y el infierno,
En este anhelo de tenerte
No te tengo.

Pero no, también me niego
Me resisto a la idea de tu ausencia,
Con mi sangre te doy vida,
Con mis ojos te hago imagen,
Y busco recobrarte con la lluvia entre mis dedos.

Reclamándote me hundo,
Me ahogo intentando retenerte.