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Inicio / Cuenteros Locales / La_columna / Cambio de Folio. Bienvenidos los Cuarenta. Escribe Anémona para La Columna de Carlosel22

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Hoy, este espacio de La Columna de los días lunes de Carloel22, escribe por primera vez a Maria Isabel Farrán Anémona, escritora chilena que nos acerca su vivencia femenina sobre los cambios de décadas y su experiencia de vida.

Muchísimas gracias. ¡Bienvenida!
Shou

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Cambio de Folio, Bienvenidos los Cuarenta

El temido cambio de folio se acerca, solo me separan de él la última festividad del año y unos pocos días. ¿Temido? Lo siento no lo puedo evitar son: CUARENTA!!!! Sobrepasé con creces la mitad de mi vida y no es que además de medio “depre” también me ponga trágica, si no que llegar a los ochenta años de edad me parece un privilegio y casi todo un escándanlo y con esta accidentada vida mía: un verdadero albur.

Escribo a medida que pienso en los pro y los contra de esta interesante etapa que comienza, por donde ya han transitado muchas de mis queridas amigas y que por si fuera poco hasta ha servido de inspiración a trovadores de moda, se me viene a la cabeza el odiado temita y tarareo: “Mujer de las cuatro décadas y pasos de fuego al andar…” por favor, que no se les vaya a ocurrir cantarme eso, es insoportable, eso de que los cuarenta pasen a ser casi un estigma de experimentada para las labores del sexo, es para mí un insulto; es cierto que a estas alturas uno tiene clarísimas las cosas y toma las riendas de la situación para decidir el cuándo y el cómo sin sentirse ni presionada, abusadora, ansiosa o golosa, o lo que sea.

Pienso, esto va más allá de las nuevas canas que me han aparecido, de las delgadas líneas de experiencia que me surgieron al lado de los ojos y en la comisura de los labios claro que en mi caso particular me siento privilegiada y bendecida por mi herencia que me permite parecer más joven de lo que soy, pero los cambios corporales son evidentes. Cómo no hacer mención a los “rollitos” de más que bien se disimulan con un vestuario apropiado buscado con ojos de experiencia (otra vez la palabrita), así como la incesante lucha con la gravedad que se pone a fin con una cirugía plástica de levantamiento o en mi caso con un buen corpiño.

Reflexiono, “Me gustaría llegar a ser como tú, me dijo Gabriela, mi hija mayor de catorce años, y quedé altamente impactada ¿Qué habrá querido decir con eso? ¿Será motivo de orgullo o de preocupación? Y le lancé un tímido: ¿Cómo así? “Si po”, me dijo, “así de pendeja porque se nota que lo “pasai” bien a pesar de ser mamá y vieja”. Anduve pegada con su contundente declaración toda la semana: el “vieja pendeja” me hacía eco. Claro, soy alegre, me gusta hacer amistad, me encantan las bromas (hacerlas por supuesto), amo la música en sus más variadas expresiones y otras cosas además que no detallo para no caer en la exagerada autoreferencia (cosa que poco me cuesta), pero ella me ve así y lo que yo pensaba era una ofensa resultó el mejor de los halagos, me siente cercana y me tiene confianza, así me ama.

Recuerdo, la imagen que yo tenía de mi madre a sus cuarenta: era ella ya gordita pero no importaba porque sus tres retoños le decíamos que las mamás debían ser gordas y de seguro que no influenciados por el sentido estético de Rubens, si no más bien por un exceso de celo por tener una madre muy hermosa, y era inadmisible que otros ojos ajenos al nido la miraran. También la recuerdo vestida de vieja, dejó de usar pantalones para no evidenciar su portentosa y apetecible retaguardia (eviten comentarios aquellos que me conocen), jamás la vimos con alguna blusa ceñida o con un escote interesante. Lo que más gracia me hacía era ver como se sometía a la tortura de teñirse, peinarse y luchar toda la semana para que la torre de Babel que se erigía en su cabeza no terminara en un montón de rizos desordenados (se veía tan linda cuando estaba en su estado salvaje)…

Disculpen, hice un alto para mirarme al espejo y definitivamente nada me une a la imagen que atesoro en mi memoria. En verdad mi hija me ve más de cerca.

También está que ahora uno comparte cosas no menos importantes como la tecnología. Ambas chateamos, ambas disfrutamos del DVD y del MP3. Ambas nos insertamos a este mundo ultra moderno casi a la par y eso definitivamente hace acortar la brecha generacional.

¡No te vayas por las ramas, vas a cumplir cuarenta!, increíble pero ya me va importando menos, ya le estoy bajando el sabor a drama.

Hora de catastros: ¿Cuántos libros he leído en estos cuarenta? Interesante pregunta, pues gracias a eso baso muchos de mis argumentos y convicciones al momento de expresarme o tener que librar alguna batalla. ¿Cuántas personas han transitado por mi vida? También muchas, mostrándome su vidas, sus vivencias, dándome cariño y consuelo, compartiendo alegrías, penas y frustraciones que terminan a una templándole el carácter y trazando líneas hacia un futuro mejor y más completo (me puse sentimental, familia, amores, amigos y enemigos todos ellos dejan marcas que sirven, por Dios que sirven). Cuántas imágenes bellas, cuántas palabras hermosas, decepciones por cientos, enfermedades, cirugías, idas al dentista, accidentes automovilísticos, pataletas, iras y todo almacenado en el disco duro de mi memoria, lo más rescatable es que no he sabido de soledades y el amor se me ha dado con creces, por todo eso me siento tan bendecida como agradecida al Creador.

Cumplo cuarenta ¿y qué? (nótese el cambio de tono), soy feliz con mis cuatro décadas a cuestas, en verdad ahora que ya termino de escribir… ni siquiera las siento


María Isabel Farrán : Anémona
Santiago de Chile: 23 de enero de 2006

Texto agregado el 23-01-2006, y leído por 405 visitantes. (14 votos)


Lectores Opinan
22-03-2006 Los cuarenta, los cincuenta, los sesenta.... qué tan cerca están...Felicidades, vas a disfrutar tu cuarta década de una manera increíble. ctapdb
06-02-2006 Coincido con el comentario de blasleon, cada década tiene su quehacer y desde la década de los cuarenta hacia adelante a cosechar lo que ya sembraste y obtuviste: la madurez del vivir. Muy buena columna, a pesar de que mis primeras dos décadas fueron maravillosas, pienso que para mí la de los cincuenta fué genial, ya veré si opino lo mismo en lo que me falta para los setenta. Felicitaciones y mis cinco estrellas. Ignacia
26-01-2006 De 0 a 20, aprender. De 20 a 40, madurar. A partir de 40 ¡VIVIR!***** blasleon
24-01-2006 Muy buena columna, optimista, sincera, descarada, tierna, real. Me ha gustado mucho saborearla. Un saludo de sol-o-luna
24-01-2006 Gracias, Anémona... Los cumplí 4 días antes que tú. Expresas con frescura y alegría lo que en mí sabe a melancolía y clausura. Mis ***** y mi gratitud. vacarey
23-01-2006 y qué son 40? sólo uno más que 39, esto como broma, excelente forma de tratar el tema del paso del tiempo, me encantó tu encanto, si vale la forma de decirlo*****felicidades india
23-01-2006 "me siente cercana y me tiene confianza" verse de cerca no? la mejor etapa es esa que no tiene edad, aprender a verse cerca y aprender a hacerlo es comenzar a no tener edad, pues Marìa cuando te vas sintiendo cerca es porque del otro lado existe "algo" de lo que sentirse cerca y eso es la amistad, la amistad con un hijo, con un padre, con una amiga, con otro ser... el estado de saberse humano y comenzar a crecer de nuevo. Ojalà disfrutes este nuevo nacimiento, el de la amistad sincera que se comienza a percibir cuando uno va comenzando a verse mas cerca. No existe nada mas bonito que tener que aprender a crecer de nuevo para sentirse cerca. Buena columna Mujer. Un beso fuerte. Pedro. carloel22
23-01-2006 Así que llegaste a la cuarentena, una fecha simbóloca, como la treitena, o la cincuentena. Es verdad que las décadas nos incitan a hacer un balance de nuestra vida, aunque la edad tenga poco que ver con los años. Lo importante es vivir plenamente cada etapa de la vida y al leer tus textos llenos de vitalidad y humor se adivina que tú lo has logrado. Y que llegues a los ochenta tan joven de alma como ahora. ***** loretopaz
23-01-2006 Un día hace ya muchas vidas, o muchos años, conversando con unos jovenes de una universidad privada (de eso hace mas de 20 años, dictadura si) uno de ellos me preguntaba que ¿"que edad tiene usted"? 37 dije, y el con una cara muerto de risa me dijo "Y tanto vive la gente" es algo que nunca se detiene y tal como dices hay que vivir cada día cada instante, y sacar partido a la vida a los años, suerte que aún a nosotros recios machos no nos da tan en masa esconder las canas que o sino, debería gastar mucho en tinturas, bela edad y solo saber vivirla.***** curiche
23-01-2006 No es lo mismo ser una vieja apendejada que una pendeja avejentada, hay mucho joven por allí con amargura en la expresión, y no hablo de los que realmente tienen por qué preocuparse, sino de los que están "huecos" de objetivos y de aprendizajes. Tus 40 (por fin te metiste en mi década:)) los enarbolás como una bandera, y eso es lo que vale, cuando son transitados con alegría, con certezas, a veces con tropiezos pero con ánimo para levantarse y seguir, y ese buen humor, mana, que te salvaguardará de la vejez interior. Linda columna para un lunes... Bienvenida y enhorabuena!!! neus_de_juan
23-01-2006 La vida es la conciencia del tiempo metida en nuestra "mollera". Cuatro decenas llenas / llenas de vida, "némona", / forman como un suspiro / vientos de luna nueva. azulada
23-01-2006 Bueno.... Pues sí, es una étapa que entra dentro de la cronología que "nosotros" los humanos nos hemos forjado pero que a mi manera de ver nada tiene que ver con el estado psiquico y espiritual de cada uno; pues ese, ése es el que de verdad determina si queremos vivir la vida como una personva vital o como dicen por ahí como un "viejo amargado". Felicitaciones por tu escrito me ha endulzado el desayuno y la mañana! Un saludo y*S josef
23-01-2006 Al pasar los cuarenta se deja uno de preocupar tanto por los cumpleaños y se comienza a saber saborear la vida. Esta columna tuya lleva tu sello de optimismo y amor. Eso es producto de otro tipo de edad que nunca muestra arrugas ni declives en la columna vertebral, la edad del alma. Dime qué valoras y te diré la edad de alma que tienes. ¡Ah! no seas egoista y deja que también te gasten las bromas jajajajaja Me gustó mucho, como todo lo que escribes. Un abrazo. ***** graju
23-01-2006 Cada momento tiene lo suyo ¿verdad? Cada edad tiene su encanto y su misterio por vivir. El tema es vivir justamente esa etapa con plenitud, sin estar obsesionada por esas huellas que dejan el paso del tiempo. Al fin y al cabo, marcan también la experiencia, el trayecto de vida y la sabiduría que se gana con los años. Femeneidad que no se pierde con los años es también juventud. Un beso Shou
23-01-2006 Los años llevados con sabiduría son aquellos que no dejan huellas desastrosas y por el contrario embellecen a quienes los ostentan. Bienvenidas las décadas que significan el enriquecimiento del alma y el crecimiento indesmentible del individuo... gui
23-01-2006 olé mi niña anémona!!! solo cuarenta? te gano por dos ;) Soy_Naixem
23-01-2006 Interesante tu relato, pienso que cada etapa de la vida es mejor que la anterior, por eso prefiero darle vida a los años, ser tan joven como la esperanza, tan viejo como los temores. Un rostro sin marcas es una hoja de papel en la cual nada hay escrito, y tu has llenado bellamente tu camino . 5*. diandra
23-01-2006 Jajajajaj. Muy bueno!! Fíjate que ya yo pasé esa cuarta esquina y llegaré muy feliz a los cincuenta. ***** sorgalim
 
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