Encuentro velado


Esta historia aparece narrada en uno de esos libros que permanecen –a veces para siempre- abandonados en el último rincón de la biblioteca.
Cuenta lo siguiente: “Ella y él se conocieron en una ocasión cualquiera, ese especial y revelador cruce de miradas fue instantáneo, así también el disimulo. Durante la reunión cada uno fue marcando presencia en la receptiva intimidad del otro. Ya conscientes, el obstáculo –en realidad- no era la transitoria lejanía, sino quién vencería primero las barreras.
Estaban demasiado tocados y fue ella quien, esta vez, encontró la difícil forma de conciliar los anhelos, no expresados, de ambos. Sin saber cómo, una noche él presintió su llegada, la presencia totalmente incorpórea no fue impedimento para fundirse en un encuentro intenso, nunca experimentado, pleno.
El viaje –a través del deseo- no dejó evidencias ni confesiones, por lo demás se trataba de un secreto que ni ellos podrían demostrar”.
Resulta interesante buscar en estos libros abandonados, están siempre cerca de uno y hay mucho que rescatar. No es posible, ahora, dar a conocer su nombre; pero sí... cuando se escriba.