05.12pm/ 30.01.06

Manifiesto

Soy poetiza.
Me alimento del mar
con sus olas explosivas a la orilla,
y de las caracolas
ancladas en la arena.

Soy poetiza,
Bebo las nubes altas
de figuras nobles,
y absorbo las pequeñas gotas
que van mojando las calles
los campos de trigo,
los rostros, los sueños.

Vivo en los ojos de los niños,
en las manos de una anciana
que en silencio amasa
el pan de cada día.

Vivo en la cumbre de la montaña
que cada mañana ve despegar al sol,
y que por las noches
toma en sus manos a la luna
y como a paloma nocturna
le devuelve su libertad.

Vivo de la brisa que abraza un arbol,
del arbol abrazado que danza,
de todas sus hojas y de su inmensidad.
De sus ramas y raices,
de su sombra y su suelo sombreado.
De su contorno dibujado
por un pintor al pasar.

Vivo de la pequeña piedra
pateada en el camino,
de la estrella solitaria,
del perro dormido a mi paso,
y del mar, sobretodo del mar.

Del mar porque lo observo, lo absorbo,
lo bebo y lo vivo.
Con todas sus olas y arenas,
sales y algas,
va ingresando en mis venas,
calando, corroyendo,
removiendo rincones dormidos del alma.

Tambien devoro poetas,
pequeños y grandes.
Amargos, salados,
que dan vida y que la quitan.
Los trago como miel exquisita
que eschurre entre los labios,
hasta llegar al final.

Soy poetiza.
Abro mi boca, y mis sentidos.
Abro mis manos y recibo.
Recibo para comenzar a dar.
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