Para quién se permitió amar con desquicio
para luego encadenar sus caderas,
liberando un sexo de alas
que encontró el vuelo en sus pares.

Para quién colgó sus pezones en labios de fresa
anidando dedos aterciopelados con aroma a lirios,
con besos húmedos cargados de ecos
que retumban en laberintos florecidos y mojados en llanto.

Para quién encontró el palpitar de las señas en ojos prohibidos
deslizándose entre muslos en llamas,
con ansias sembradas en corredores tibios
que anuncian un placer encarcelado.

Para quién exilio las corazas con valor
esparciendo las nubes que nublaban su mirada,
reclamando la porción de vida merecida
que corona las sonrisas por años enmudecidas.

Para quién jamás claudicó
a pesar de estadios incomprensívos,
de caricias envueltas en lastima
y de amores truncos cansados de intentos.


(Estas letras son mi participación en el Desafío de la Imagen 10... lo escribí pensando en una amiga que aparecio en la tormenta y se fue con la niebla...)