Ah! Quédate quieto en ese lugar, no muevas un músculo. Déjame mirarte
por largo rato! Déjame ver esos profundos ojos en los que puedo perderme.

Déjame tomarte de la mano, de esa mano delicada, que me toca un poco a
veces; esa mano virgen con la que nunca te tocaste tu solo.

Ahora déjame tocarte! déjame sentir esa sensación en mis manos.
Tu piel es tan suave, tan suave como tus labios; que me besan.

Tu belleza me excita, tu me excitas, tu sola presencia; la que da
luz a mi vida con sentimientos y sensaciones no encontradas en
adultos.