Sabía que si nos separábamos cierto tiempo,
desaparecerías para siempre.
Y yo tendría que juntar cada una de tus partes,
como un rompecabezas.
Digo cierto tiempo porque
desconozco los límites del recuerdo.
Son demasiadas partes en mis manos
y cuando creo que lo he logrado,
vuelan de pronto en miles de pedazos.
Pero lejos de abandonarme
te vuelves cada vez mas recurrente,
me lates en las venas,
asoma tu imagen imperturbable a mis pupilas,
brotas de mi garganta.

Mis manos tratan de armar tu espalda,
y cada caricia se impregna con tu aroma,
rozo tus labios, juego con tu cabello.
Eres interminable
tus ojos me distraen robándome el aliento.
De pronto soy conciente,
debería erradicarte de mi mente,
prenderle fuego a tu cuerpo dibujado,
pero solo se que aun me dueles mansamente.


Agradesco a esa personita tan especial que es para mi por su colaboración en este poema, al cual le dio vida solo como ella sabe, SIGRID.