Cristal de hielo 
que hielas mi alma, 
por una respuesta 
te la entrego, 
por una respuesta 
mi vida entera, 
mis mil lagrimas 
en soledad derramadas. 
 
Muestrame, cristal de hielo 
donde se encuentra 
aquel que eché de mi lado, 
por el que mil años he llorado, 
dime como he de encontrarlo. 
 
 
Fuego, tierra y nada 
tu respuesta te sera entregada 
¿es aquel al que amas? 
¿Puede tu corazón  
ver mas allá de la coraza 
lo que bajo la piel se esconde? 
¿Deseas ir a su lado? 
Tu vida me ofreces, 
yo la reclamo. 
Ya lo has visto, 
ya lo has encontrado, 
ahora ¿te reuniras con tu amado? 
 
 
¡Los infiernos me muestras! 
Cruel fue el destino, 
cruel y malhadado, 
pues son tres palabaras, 
"no te quiero", 
las que lo han matado. 
 
Con ellas lo condené, 
con un "te quiero" 
hoy me condeno 
 
Mi vida aqui la tienes, 
mi sangre, mi piel, 
mis pies y mis manos, 
mis piernas y brazos, 
mis ojos, mis labios, 
tuyos son, daselos, 
y dile que me espere 
pues ire a buscarlo. 
 
 
Tu vida no es suficiente 
para reunir lo separado. 
Ofreceme mas 
y tu mensaje será entregado. 
Calla, y jamas podras 
en los infiernos encontrarlo. 
 
 
Si mi vida no llega,  
te ofrezco la de los mios. 
Que sus ojos se cieguen, 
que su pelo se caiga, 
que su carne se pudra 
y se les retuerzan las entrañas. 
Sus almas crueles, 
que mi corazón envenenaron, 
te las doy por él. 
 
Sangre de mis venas 
¡Yo te derramo 
en el altar de mis antepasados! 
Negra Muerte 
¡Yo te llamo! 
acude rauda, guadaña en mano 
siega la vida de los elfos, 
no te detengas ante nada, 
ni suplicas ni espadas, 
que nadie quede vivo. 
Esta no che no se oira 
ni un cantar ni un llanto. 
 
 
Por tu magia  
he sido convocada, 
por tus palabras 
mi misión a sido dictada. 
Cumplire con ella 
no habrá perdón. 
 
 
Una cosa mas aún te mando: 
que en los siglos que vienen, 
y durante los años que quedan, 
ningun pie de humano, elfo o enano, 
pise esta tierra para ver tanto dolor. 
 
 
El hielo se cubrió de sangre, 
la magia bullió en el aire, 
Negra Muerte, liberada, 
se dio un festin aquella mañana, 
y al atardecer no hubo 
ni canción ni llanto, 
ni vida en todo el valle. 
 
Solo los arboles 
pudieron contar 
la historia de la lagrima, 
lagrima congelada. 
Tristeza, odio y desamor 
fue todo lo que quedo 
en el bosque, en la nieve 
en la Lagrima Congelada.  |