Si me siento triste, el tiempo se adelgaza, se estira; las agujas del reloj me juegan bromas macabras moviéndose más despacio de lo acostumbrado.
Cuando estoy triste, estoy sólo aunque esté rodeado de gente; siempre estoy sólo en mi tristeza.
Siempre que me encuentro triste los poemas me calzan perfecto y a veces parece como si narraran un pedazo de mi existir.
Muy pocas veces me sirve de algo salir a ver el mundo cuando estoy en este estado.
Me siento totalmente desprotegido y el universo parece no tener el sentido que uno le encuentra cuando esta feliz.
Es esa sensación de vacío y es ese dolor en el pecho, y después dicen que el cuore es sólo un músculo, já!!!.
Es cierto que si me veo así duermo poco, como menos, miro más y extraño mucho; especialmente esos momentos en los que fuí feliz y esas personas con las que lo fuí.
Y en mi tristeza, me invento y deshago una y otra vez.
En la oscuridad especulo y en la luz esquivo.
Y lo celeste se vuelve gris, y lo gris se vuelve negro.
Pero siempre en mi tristeza, encuentro la salida.
Y esa salida casi todas las veces tiene cuerpo de mujer.-