Cuando te vuelves un niño rencoroso y te callas la boca porque sabes que los adultos mienten pero no les haces la guerra porque sabes que eso una estupidez y sabes que de todas formas te vencerán si descubren tu desacuerdo pero te callas la boca y te llaman tímido, entonces esperas hasta encontrarte con las ovejas negras para poder tener conversaciones inteligentes. Pero ese mercado está plagado de drogas y, puede ser que caigas o que no caigas. Sé que ese mercado está plagado de drogas y entiendo por qué: no sólo es rebeldía en contra de un falso guión de vida, es decir: no sólo es protesta: Es una vía química de escape, es, muchas veces, un sucedáneo de un afecto necesitado y, es una especie de alimento intelectual por el cual se puede pagar muy caro. Es Algo. Además: lo recomiendan.

(Enervante la situación porque se le da la razón precisamente a aquellos de quienes deseamos huir… que todo escape de ellos y de su guión es un asunto maldito)

Pero, si no caes y consigues ovejas negras que no caigan en las drogas, bueno… por un lado te llamarán ingenuo(a) y te lo juro que poco a poco verás caer a tus amigos(as). Entonces te refugiarás en los libros, quizás conserves alguna amistad, y tendrás una sed enorme de arte y de intelectualismo hasta el punto en que hallarás que no te gusta ese término y, si eres mujer, hasta tus profesores te perseguirán y los hombres querrán comerte, porque por no andar en tonterías te habrás vuelto atractiva. Aunque no lo creas y hasta a veces desees ser hombre: más difícil es si se es hombre, porque muchas veces esa única y un poco dudosa vía es considerada como algo afeminado y por tanto digno de burla y de rechazo por ser considerado como debilidad (a pesar de que se intuye que en esa debilidad afeminada del hombre se esconde lo que se considera con suspicacia algo así como una rivalidad asimétrica). Entonces se tejen habladurías envidiosas alrededor y aparecen zancadillas para ver si te golpeas con los otros y si eres mujer se dirá de todo sobre ti e intentarán tocarte el culo para ver cómo reaccionas. Y cada vez tendrás más sed de saber más. Porque el mundo tiene un sentido oculto. Y tratarán siempre de frenarte, lo cual hace parte del misterio que intentamos comprender. Pero tendrás una cantidad infinita de opciones en este mundo. Llegas a un punto en el que las opciones no te las da el mundo, sino tú misma(o).

Entonces eres libre. Eres un ser libre en el infierno (cosa que resulta, amén de un infinito de a pesares, una situación interesante).

Puede ser que tengas la suerte o la mala suerte de que lo que se conoce como esquizofrenia creas que camina a tu lado, no te detengas en esas cosas, olvídate del uso de las palabras.

Quizás habrá un momento en el que ya no puedas hablar, porque te será difícil la comunicación (sé que se esperan oídos y se encuentran muñones), porque te darás cuenta de cosas que probablemente ofenderán a los demás si se los dices y, lo que no ofenda y agrade que salga de tu boca encenderá impulsos que quizás no puedas detener. Quizás sí puedas hablar. Admirable si logras hablar. Pero sí logras hablar quizás posteriormente tendrás que dar muchas explicaciones (y quizás muchos esperarán por la frase por la cual juzgarte y olvidarse de ti con una risa despectiva… mala suerte). Quizás si logras ser apartada, renegada, vendrá a ti un salvador, un hombre que, con un ramo de flores en la mano querrá demostrarte que él no es como los demás y que podrás hallar en él un espacio (Sí Luís). Quizás sientas lástima por él y en un gesto de cariño le pases la mano por la frente sudada arreglándole los cabellos y lo mandes a su casa creyendo que la gente concuerda y luego recibas malos poemas de él hasta que se canse o ya no pueda más. Entonces querrás comprarte una casita en donde puedas escuchar a los pajaritos cantar. Y te juro que podrás casarte con un campesino si resulta ser un buen hombre. Quizás no lo harás. Pero si lo haces di que te moriste. Y que tengas hijos fuertes.