Suena una chicharra,
debo saltar,
me sumerjo,
el agua cubre mi cuerpo cual abrazo maternal,
mis brazos acarician cada gota como beso matinal.
Primero mis dedos,
Luego mi mano completa,
Todo en perfecta sincronía,
Mi espalda deslizándose en el vacío,
Secando cada manía,
no encuentro palabras que expresen aquella sensación,
encierro o libertad absoluta,
ya no hay mas limites,
el carril me guia a quellos cien metros de ruta.
Cierro mis ojos y un parpadeo parece infinito,
respiro,
visualizo aquel próximo movimiento.
Giro y regreso hacia el final,
Me invade una emoción parcial,
mis brazos arden,
las piernas queman,
ultimos quince metros,
casi no queda aire,
el desgaste es fisico y mental,
cinco metros mas,
no debo respirar,
mi brazo se extiende,
98 metros,
99,
y golpeo el muro,
tras ciem metros he llehado al final. |