Quisiera ser el príncipe oriental,
que abiendo sido desterrado
por estar de tí enamorado,
un día montado en su caballo
conquistara tu ciudad.

Ante el filo de mi espada caerían tus guardianes
y cuando tu gobierno ya vencido
me ofreciera sus tesoros,
olvidándome de todo
repondría los destrozos renunciando a todos ellos..
solo a cambio de tu amor.

Arrojando pétalos de rosas
convertirían las calles en alfombras, y
me ofrecerían a la novia,
finamente adornada,
delante, el séquito danzante,
detrás, las damas y los pajes,
y entonces un carruaje,
tirado por blancos alazanes,
acompañado por sirvientes de finos vestir
desplegando el terciopelo de rojo carmesí,
de bella capa que colgare
de tus hombros blanquesinos,
al subir la escalinata,
levantando tus enaguas,
una mano enguantada,
tan cortez como educada,
te traería hacia mí.

Entonces, al compás de los tambores,
entre coros y cantores,
mis manos tan guerreras,
hoy por tí tan temblorosas
me acercarían hacia tí, y
levantando el tul del velo,
mientras el viento ondeare tus cabellos,
ante el asombro de los míos..
mi cuerpo caería,
ya que sin que tú supieras..
tus labios eran portadores
del vil veneno,
rojo seductor en brillo fatal.

El plan se había tramado
con argucia tan perfecta,
fue entonces que al bezarte,
ante tí fue a desplomarse
tan osado amante, amenazante conquistador.

El gobierno fue salvado,
el pueblo tuyo....festejó.

Los míos fueron expulsados,
y estando tristes, antes de zarpar,
prepararon la pira para la partida real,
y habiendo mis ajuares,
a mi cuerpo recogidos,
doce fieles generales
de ojos enrojecidos
acercaron las teas portadoras
de vivaz fuego divino...
tan pronto las llamas el cuerpo consumían elevándose al confín,
cuenta la leyenda
que una voz enamorada desde cielo pronunció:

"Y nunca olvides....que,
por cada corazón solitario...
existe una estrella en el universo...
con alguien...esperando por Tí".




Y aquí termina la historia del extraño aventurado
que se enamoró de...


Ya pues qué duda cabe..."De Tí".