Notas

Papeles regados por todo el estudio.
Servilletas rayadas, cualquier pedazo de papel es útil.
Algún tiempo lleva saliendo con aquella chica, que llego sin aviso.
Hace ya unos días que el joven empezó a tener dudas, hace unos cuantos días que empezó con la locura de la incertidumbre
¿En verdad habrá fuego entre los dos? ¿Puede sentir mi deseo? ¿Realmente quiere intentarlo?
Por aquello de las dudas no se atreve a hacer nada, no se ha atrevido a decirle lo bello de su simpleza, lo hermoso de su suspiro, lo elegante de su paso.
Notas por doquier, frases inconclusas, palabras regadas por lo inmenso del blanco papel, versos sin ritmo, narraciones sin fuerza, dibujos sin figuras.
Días ha pasado tratando de hacer algo que de verdad la haga sentir lo que él, cualquier cosa es buena, una narración, un cuento, un poema, unas palabras que expresen sus sentimientos, sus intenciones, pero nada se a concretado aún, todo ha quedado en intentos, nada puede es lo suficientemente bueno como para darlo a conocer, a la que poco a poco a invadido su alma y ha reemplazado el lugar que ocupaba la tristeza, el odio y la soledad.
Esta desesperado,tal vez copie un poema de ese libro que tiene guardado para casos de emergencia, pero no sería lo mismo, quiere decir algo nuevo de un tema muy gastado, quiere de verdad crear que venga de la inspiración de la chica que conoció por casualidad.
Quiere frases que se queden en el corazón, que penetren las barreras del rechazo, que se guarden por si solas en la mente de aquella muchacha del color de tierra, de los ojos de noche, del cabello de terciopelo, de la boca de rosas, aquella chica de la mente explosiva, del libre ingenio, quiere algo de veras especial pues lo que le hizo sentir ese día fue mas que profundo.
El sol empieza a tocar la tierra, la noche poco a poco agoniza y el tiempo se va escurriendo entre las líneas mal escritas del joven.
Lo mejor será dormir, tal vez en el sueño este la respuesta, tal vez el inconciente, el amor imperceptible de la mente le ayuden esta vez.
Cierra su cuaderno, deja su lápiz y termina el capitulo de esa noche.
Trata de no hacer ruido, pero no es lo suficientemente hábil como para callar sus pensamientos. Sin querer la ha despertado.
- ¿Terminaste con eso? Le dice la chica. El joven no sabe que decir, las palabras se han quedado en la otra alcoba, dispersas, olvidadas, que decir en ese momento, como poder lograr el objetivo.
- Sí, ya he terminado- dice el joven, y sin decir nada, con la mirada inmersa en su alma, en la mente solo una cosa, se hacer y sin decirle nada, sin palabras, sin siquiera un sonido, lo ha logrado, ha logrado aquello que lo dejo sin sueño, lo mas simple, lo mas bobo, pero fue lo mas profundo que él podía ofrecerle en ese momento, un simple beso, seguido de una sonrisa calurosa y de una tierna caricia.
Así los dos unidos en sentimiento, habiendo logrado cruzar esa barrera se fueron perdiendo en la imaginación y en el calor de un nuevo amor.

Ser ahí.