UNA SEMANA DE ENSUEÑO

Lunes
Dormirme acurrucado en tu oído
para abrigar tu corazón con las palabras
que ahuyentan los ladridos del dolor
y jugar a que doy consejos mientras caminas

Soñar que viajamos por el amarillo otoño
y que escapas del aullido tembloroso
hacia los tentáculos de mi lengua
jadeante de tanto trote sobre las hojas

Despertar con catarro entre sábanas húmedas
porque extraviaste el paraguas
En la tarde que una lluvia sorprendió
con la calma huésped y la sonrisa cómplice
testigos de las lágrimas celestiales
enchapadas en mi rostro
que cuelgan de los trapecios del anhelo

Martes
Perdí mi sueño…
Lo extravié mientras dormía

Miércoles
De mi boca salen hormigas
las que muerden mi cuerpo
hasta devorarlo

Jueves
Mi perro un domingo leyendo el diario. Se queja porque la leche se acabó. Sorprendido me pregunta, y estupefacto me dice hablo poco, para no gastar las impresiones. Yo estaba aterrado por la leche, cosas de perros. Callejeros.

Viernes
Zzz

Sábado
Otra vez tú…

Domingo
Demasiado bueno para ser cierto… Lástima que los sueños los tenga dormido. Más allá de extraviarlos en ocasiones, me duele saber que en mi vida mucho tiempo con los ojos cerrados y ni siquiera sabiendo si he dormido. Es que a veces es mejor no mirar. Hacerse el loco. La cosa tras mi ventana está fea. Al menos quiero ver, no puedo ser el peor de los ciegos.