"Advertencia, para abrir este "producto" tiene que ser bien precabido, haber amado mucho, y haber pensado mucho sobre su realidad, y su entorno. Esta es una historia que narra un caso de un hombre, que sin darse cuenta por la adiccion a una mujer de mala muerte, termina muy mal..."

Londres, 1930. Era un detective con mucho trabajo, vivia de lo que el negocio me sostenia, y de lo que mis padres me enviaban, 1000 libras esterlinas al mes. Vivia bien, paseos por el campo y la vida nocturna. Todo iba de maravilla. Hasta que en un momento llego la oscuridad a mi vida, la conoci a ella. En un momento, crei que era bueno y adictivo, como la droga, cuando la pruebas al comienzo, para quien la consume es algo adictivo, pero cuando ya estas en el mera perdicion no hay nada que hacer. La conoci en la calle, en plena lluvia en la media noche, el Big Ben daba las 12 campanadas y yo estaba muerto. Ella llego empapada a mi vida, y me comenzo a hablar de que necesitaba mi paraguas para que no se mojara, y le di el unico que tenia. Luego la lleve hasta su casa, donde me dijo quien era, y como se llamaba.
Le di mi nombre y mi direccion, y ella como de costumbre, fue y me dio un enorme beso por rescatarla del frio.
Fue raro ese momento, pero lo mas dañino todavia no viene. Cuando terminaba de escribir estos relatos para mis archivos,y me puse a revisar algunos casos, supe que ya era tarde, entonces comence a relajarme despacio por mi oficina, dejando que un cafe y un cigarrillo me lleve mas alla de lo normal. Entonces, se abrio la puerta y entra otra dama, la mas bonita, y preocupada del mundo. Me dice que queria preguntarme algo, queria saber, sobre el caso de su esposo, y de su amante, porque se supone que el esposo murio a los 2 dias despues de dejar a la esposa por su amante. La amante, segun esta dama era bella y agradable, y tanto asi que la dejo siendo su esposa tan bella como la amante. Entonces decidi ir a las escenas del crimen, buscando algun sospechosa entre las calles, buscando en las estaciones, mirando a la calle. Cuando de pronto la chica que aparecio en la lluvia, me llamo por mi nombre. Quiso saludarme, y hablarme por un buen rato. Le dije que estaba trabajando, y que no podia distraerme un rato, ella sonriente insistio en invitarme unos tragos. Era demasiado tarde, ya me encontraba en plena adiccion a ella, deje el trabajo por su seducion. Entonces comenzo a entablarme una conversacion, y me dijo varias cosas sobre su vida, priviada y cotidiana. Fue alli cuando me insistio en que la acompañara durante la noche por miedo a la oscuridad. Pero ni el mas inocente pensaba que tenia miedo, era un intento para ir a la cama con ella. Y asi fue...
A la mañana siguiente no recorde de lo que fue de ella, solo me levante con un fuerte dolor de cabeza como si estuviera sedado, o algo asi. Llegue tarde a trabajar, mal vestido, pero listo para seguir dando algo de mi. Eran las 7:30 de la noche, y yo frente a mi gran maquina de escribir, comence a escribir algunos casos. Cuando de pronto entra la dama de la que tanto hablaba del caso de su esposo, y me sigue contando sobre aquella noche en la que su esposo murio por la amante. Yo no le preste atencion, pero quise resolver el caso, por necesidad del dinero.
Llegue a un punto en que me di cuenta que, su amante era como una adiccion, en la que estas ahi y no hay vuelta atras. Llame a la dama y le dije, que ya habia resuelto el caso, creyendo eso, y creia que ya sabia quien era. Cuando de pronto, ella se me aparecio, la mujer con la que estuve la noche pasada. Me miro y me comenzo a besar. Dejandome seducir por su belleza, la bese tambien, olvidandome del trabajo y del caso. Una vez que llegue a su cuarto, me di cuenta de quien era apenas. Igualmente, no me percate de muchas cosas, y segui besandome con ella hasta el amanecer. Cuando llego el amanecer y otro dia de trabajo, decidi encontrarme con la dama, la esposa del hombre asesinado. Ella se sentia sola, y la quise acompañar por la noche. Tuvimos una noche de amor, y mis pasos no eran tan seguros, debido a mucho alcohol que habia tomado. Despues de eso, ella escribio una nota, que la lleve conmigo a la oficina. Me sente en la silla, y comence a escribir, cuando de pronto, lei la nota que decia: ¡Cuidado con las falsas esperanzas e ilusiones! Mire hacia arriba y vi que mi puerta se abria, y una mujer salia con una pistola, la mujer a la que me sentia muy adicto y seducido. Me disparo, dejandome morir un largo rato, agonizando por el momento, y sufriendo una adicion de amor.

Es cierto, hay veces que el amor es como una droga. Estas con una persona, pero planeas dejarla por otra mejor, o mas bella que la anterior, pero nunca es asi. Al final, la mujer quien me mato fue la amante que mato al esposo, y la mujer quien vino a mi oficina a preguntarme por su esposo fue la que en cierta forma me quiso salvar de una adiccion.
A veces, ciertas personas son la cura para una adiccion en la que nunca puedes salir. Cuando me di cuenta de que esta amante era una adiccion ya era demasiado tarde, porque ya estaba muerto. Hay que hacerle caso al destino, y a uno mismo, para no caer en falsas impresiones, o en falsos amores que resultan siendo algo maravilloso pero que en el fondo, son dañinos para uno mismo.

Caso nº10 - Londres 1930 - 11:30 p.m