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Inicio / Cuenteros Locales / eduz / Aventuras y Desventuras con Gary Koleman

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Contemplé el anillo de humo verde que se elevaba dispersándose en el ambiente desde la pipa cilíndrica del Dr. “T”.
Teodoro Polakievich, proctólogo de vocación y científico loco por deparo del destino, había sido mi amigo desde hacía ya 5 años. Nuestra amistad comenzó gracias a mi miopía para darme cuenta cuando estoy siendo entrometido y su enorme necesidad de compañía distinta a la de sus ratas de laboratorio y sus androides de pornográficos rasgos humanoides. Desde aquél entonces había probado ser un excelente conversador y aún mejor confidente. Por eso no dudé en recurrir a él, instantes luego de que los sucesos de aquella fatídica mañana se desarrollaran en lo que culminó en mi virtual ruina financiera.

Eduz – Soy un pelotudo, Teodoro.

Dr. T – Cuéntamelo todo, hijo mío.

Eduz - ¿Qué sos, un sacerdote ahora?

Dr. T – No... (Sonrisa paternal) Es que siempre te consideré como el hijo que nunca murió en aquella explosión.

Eduz -... Chau, Teodoro... Eso es algo enfermizo.

Dr. T – ¡No! (Tono cada vez más elevado) Enfermiza fue la manera brutal en que me arrebataron mi vida de la más sádica clase de todas las...

Eduz – Ya lo escuché tres mil veces, Teodoro. Vamos a hablar de MIS problemas hoy ¿Te acordás?

Dr. T – Mil disculpas. Continuá.

Eduz – Decía que soy un pelotudo. Me cagaron. Me vieron la cara. Me hicieron la del mono. Me vistieron de empanada y me soltaron en medio de Santa Fe. Lo peor es que yo caí como un boludo hasta el fondo.

Dr. T – ¿Pero como te cagaron? ¿Qué pasó?

Eduz – Todo empieza hace un mes. Chateando encubierto por msn. Haciéndome pasar por una super modelo Rusa llamada Svetlana, me encont...

Dr. T – ¡Sos vos hijo de puta!

Eduz – Eh... No, no soy yo. La tuya es otra Svetlana

Dr. T – Ah, buenísimo.

Eduz – Y no interrumpas, me pone nervioso.

Dr. T – No lo haré más.

Eduz – Bueno te decía: Estaba chateando encubierto cuando un contacto misterioso me agrega.
Lo primero que me llamó la atención fue su extraño apodo. “Gar-K”. Luego me explicó que era su nombre resumido; Gary Koleman y comenzamos a hablar. Clamaba ser un inversionista exitoso que necesitaba de capital para, en sus propias palabras, un supernegocio de ganancias garantizadas.

Dr. T – ¿De qué se trataba?

Eduz – Su idea era conectar a un millón de personas alrededor del mundo y hacerlas depositar mil pesos a cada una en un plazo fijo a un mes. Luego de haber depositado los mil millones, lo único que había que hacer era esperar a que el dinero conjunto de un millón de personas rindiera frutos y así podríamos cada uno cobrar un jugoso interés que...

Dr. T – ¿Pero porque hacía falta juntar a un millón de personas?

Eduz – ¿No es obvio? Para juntar más plata y sacar más interés del plazo fijo.

Dr. T – Pero eso no tiene sentido, porque aunque más gente signifique más dinero depositado, también significa que los intereses se dividen entre más personas y, como el porcentaje crece de forma proporcional, termina siendo lo mismo si son 1 millón o solo 4 personas las que ponen plata en el banco. Habría que ser un estúpido para participar en eso.

Eduz – Eeeeeh.... ¡Te dije que no me interrumpieras!

Dr. T – ¡Decime que no lo hiciste!

Eduz – No lo hice.

Dr. T – Gracias a Dios. Continuá tu historia.

Eduz – Bueno entonces me junté con él en su oficina, le di un sobre con $1.000 en efectivo y...

Dr. T – ¡Pero si me dijiste que no lo habías hecho!

Eduz – ¡Porque vos me pediste que dijera eso!

Dr. T – Sos un pelotudo. No lo puedo creer.

Eduz – Lo sé, lo se. Soy un nabo. Me odio a mi mismo. Encima 4 horas mas tarde me acordé que me había olvidado mi libreta en su oficina y cuando volví la encontré toda desmantelada y abandonada. Me quería matar. Fui un pelotudo. Enrealidad no me odio, porque ahora se que lo que hice fue una taradez. Al que odio es al puto de mi mismo de aquel entonces, tan ciego y estúpido que pensaba que iba a ganar plata fácil. Pero que tarado mental. ¡Cómo lo cagaría a patadas!

Dr. T – ¿A quien? ¿A Gar-K?

Eduz – No. Al “yo” del pasado.

Dr. T – ¿Hace cuanto fue esto?

Eduz – Esta misma mañana, a eso de las 9. ¡Cómo odio al puto de Eduz de las 9 de la mañana!

Dr. T – ¿Tenes ganas de golpearlo?

Eduz – Si, me siento un pelotudo.

Dr. T – No te sientas así. ¿Qué harías si te dijera que tenes la posibilidad de cagarte a trompadas a vos mismo, hoy a las 9 de la mañana?

Eduz – Trataría de no respirar el humo verde que sale de tu pipa.

Y entonces fue cuando el Dr. Teodoro Polakievich dijo la frase que en la mayoría de las historias que viví en mi vida, llevaron al nudo que desembocaría en un doloroso aunque cómico desenlace, o bien, en un juicio por acoso sexual a menores.

Dr. T – (Tono sombrío) Seguíme que te quiero mostrar algo.

Seguí entonces al Dr.T, que me paseó por la enorme sala de estar de su palaciega mansión en pleno Martínez, en un terreno que alguna vez le fue concedido por la municipalidad a cambio de que cejara en sus intentos de generar biodiesel con excremento de perro; Experimento para el que se valió de una enorme manada de perros callejeros, una dotación vitalicia de alimento balanceado y cantidades bíblicas de Agarol, que culminó en un apestoso enchastre y en iracundas manifestaciones de violencia por parte de sus vecinos.
Tras subir varias escaleras caracol y accionar algunos pasadizos secretos, nos hallamos jadeando frente a una puerta que enunciaba la entrada a un laboratorio secreto.

Dr. T – Antes de entrar tenes que prometerme que lo que vas a ver acá se va a quedar entre vos y yo ¿De acuerdo?

Eduz – De acuerdo

Dr. T – Lo digo en serio ¿Eh?

Eduz – Esta bien, entremos.

Dr. T – No quiero después enterarme que le contaste a alguien, que escribiste sobre esto en Internet o hiciste un radioteatro con lo que vas a ver acá.

Eduz – Bueno, bueno, entremos dale.

Dr. T – Me voy a enojar y...

Eduz – ¡Entremos, dale, la puta madre!

Me condujo una vez más, esta vez hasta una mesa tapada con una sábana blanca. Esperaba que debajo de ella hubiera alguna clase de tablero de control que accionara el invento más maravilloso que mis ojos fueran a contemplar jamás. En lugar de eso había un sándwich de milanesa.

Dr. T – ¿Y?

Eduz – ¿Me hiciste subir hasta acá para mostrarme un sándwich de milanga?

Dr. T – No es cualquier sándwich. Este sándwich te permite viajar en el tiempo.

(Grillos Cantando)

Dr. T – No, enserio. Este sándwich tiene masa nula, osea que puede viajar a la velocidad de la luz y...

Eduz – Ahora realmente voy a tener que pedirte, como amigo, que dejes de fumar esa cosa verde que te gusta fumar.

Dr. T – Okey, si no me crees vamos a hacer una prueba. De ultima si estoy equivocado solo te vas a haber comido un rico sándwich de milanesa. ¿No?

Eduz – Bueno, de cualquier manera todavía no comí. Mostrame como funciona.


Dr. T – (Enchufando cables de una enorme máquina a la milanesa) Bueno, es simple realmente. La mayonesa actúa como des-combobulador molecular que, cuando lo freís, pronguetea vitibursialmente el pan rayado. Cuando le das electricidad se hace una reacción química que activa el aceite en la milanesa y bueno; el resto te vas a dar cuenta vos. ¿Estas listo?

Eduz – ¿Qué hago?

Dr. T – Programé el sándwich para que te lleve a este mismo día, hace 5 horas. ¿Sabes donde encontrarte?

Eduz – Si. Estoy esperando el 314 para ir a la oficina de Gary Koleman.

Dr. T – Bueno. Ahora dale un mordisco. Procurá comer mayonesa también, porque si tus moléculas no se des-combobulan, cuando viajes a la velocidad de la luz te van a salir los intestinos por la nariz y el cerebro por el ombligo.

Eduz – ¡Hecho! (Mordisco)

Dr. T – ¿Te dije que es la primera vez que pruebo este invento?

¡Flash! Una luz cegadora me envolvió y en un pestañeo estaba parado en la misma habitación, pero el reloj marcaba 5 horas exactas más temprano. ¡Había funcionado! Ahora, si quería encontrarme conmigo mismo, tenía que salir de esa mansión cuanto antes y correr 4 cuadras para, con un poco de suerte, interceptarme llendo a la parada del colectivo y molerme a palos por idiota.
Corrí lo más rápido que pude y en un tercio del tiempo que me había tomado llegar hasta el laboratorio, me hallaba fuera de la mansión, corriendo por Juncal a 4 cuadras de mi objetivo.
La bronca y la angustia que había sentido esa mañana se renovaron en mí y la sangre hirvió en mis venas; Iba a recagar a trompadas al Eduz de 5 horas en el pasado, por haberme hecho perder mil mangos con algo tan estúpido.
Doblé en la esquina de Juncal y Casteli y lo ví. Osea, me ví. Caminaba muy contento con un abultado sobre en el bolsillo trasero silbando “On Mercury” de los Red Hot Chilli Peppers.
El odio que sentí se multiplico por infinito y cegado por el mismo, recogí un adoquín del piso y se lo tiré a mi “yo” del pasado al grito de “Comeeeeeeeeeeeeee”.
Cuando el enorme cascote impactó en su espalda, un dolor punzante se apoderó de la mía. Pero no me importó. Comencé a caminar decidido hacia él.

Eduz del pasado - ¿Qué carajo te...? (Se asusta)

Eduz – ¿Te sorprende verme acá, bobo?

Eduz del pasado – (Tartamudeando) ¿Vos sos yo?

Eduz – No. Vos sos yo.

Eduz del pasado – ¿Yo soy vos, pero vos no sos yo? Eso no tiene sentido

Eduz – Bueno, yo soy yo y vos... ¡Callate! ¡Vengo a cagarte a trompadas porque hoy, dentro de
una hora, vas a costarme mil pesos!

Eduz del pasado – ¿Pero, de que estas hablando? Gary-K me dijo que...

Eduz – ¡No me menciones a ese estafador! ¡¡Sufrí mi ira!!

Balanceé mi brazo hacia atrás e intenté infringirle el más terrible golpe que mi puño pudiera proferir, pero una mano me detuvo el brazo. Lo que vi cuando volteé a ver quien era, me asustó como mil demonios.

Eduz – ¿Qué caraj...?

Eduz del futuro – ¡Pará, animal!

Eduz y Eduz del pasado (Al unísono) – ¿Y vos de donde salís?

Eduz del futuro – Del futuro, dentro de 10 años. Yo soy su futuro y ustedes, mi pasado.

Eduz del pasado – ¿Pero que te pasó? ¡Te ves terrible!

Eduz – ¡Y estas gordo! ¡Y afónico!

Eduz del futuro – Por eso vine. Eduz, si le pegas a Eduz del pasado, vas a poner en marcha un
mecanismo que va a culminar en que tu vida sea una cagada dentro de 10 años.

Eduz – Pero vos tenes que entender cuanta bronca le tengo a este hijo de...

Eduz del pasado – ¡Cuidadito que tenemos la misma madre!

Eduz del futuro – Si, te entiendo. Pero dejame que te cuente que va a pasar si le pegas.
Mañana, la novia lo va a llamar. Le va a decir que se encuentren en Puente Saavedra para ir al Cine. Por los salvajes golpes a su entrepierna, va a estar muy rengo y a caminar muy despacio. Justamente mañana, además, los conductores del 314 van a declararse en huelga por la baja de las tarifas y van a haber menos colectivos en circulación.
Cuando este llegando a la esquina de la parada, va a ver uno que para y a una fila enorme de gente subiendo. Pese a sus mejores intentos, no va a poder llegar a tiempo y el colectivo se le va a ir, haciéndolo llegar 45 minutos tarde. Su novia se va a enojar, se va a ir tras la media hora de espera y se va a encontrar con su ex-novio, con el que cortó cuando él se fue a vivir a España. Van a ir a tomar un café, recordar viejos tiempos, bla bla bla... En 6 años se casan y tienen hijos y a nosotros nos despiden de nuestro trabajo y nos atropella un camión escapando de la policía que nos persigue por acosar a nuestra Ex -novia. Por eso, no solo voy a evitar que le pegues ¡Sino que voy a molerte a palos, por arruinar mi vida!

Eduz del pasado – Pero eso es ridículo. Si le pegas a él va a ser lo mismo que él me pegue a mi. Él es yo, dentro de 5 horas.

Eduz del futuro – Ah... Claro

Un silencio se produjo entre los tres Eduz, que se miraron meditando si atacar o no. Finalmente, yo hablé.

Eduz – ¿Osea que nadie le pega a nadie?

Eduz del futuro – Me parece lo más lógico

Eduz del pasado – A mí también.

Eduz – ...Bueno... ¿Y ahora como volvemos a nuestro tiempo?

Eduz del pasado – ¿Cómo llegaron acá en primer lugar?

Eduz – Yo con un sándwich que te hace viajar en el tiempo que inventó Teodoro.

Eduz del futuro – Y yo con una bota que cuando te patean el culo te hace volver en el tiempo. En el futuro se compra en los kioscos por $4,90.

Eduz – Vamos a la casa del Dr.T. Debe tener un sándwich que nos haga volver a nuestro tiempo.

Todos caminamos juntos las primeras cuadras en sepulcral silencio, que luego se transformó en una jovial charla, casi entre amigos.

Eduz del pasado – ¿Y en el futuro clonan gente?

Eduz del futuro – La clonación va a pasar de moda en 3 años. La nueva onda es el diseño genético. En el futuro todos van a poder diseñar a sus bebés, llevar un CD a la planta de gestación y te lo fabrican en el acto; Te podés bajar el programa del Kazaa.

Eduz – El Kazaa tiene virus

Eduz del futuro – En el futuro no tiene.

Eduz – ¡Mentira!

Eduz del futuro – A ver, ¿Y por qué te voy a mentir? Me estaría mintiendo a mi mismo

Eduz – No se, pero el Kazaa me lo paso por el...

Eduz del pasado – Gente ¡Llegamos!

Entramos a la mansión y golpeamos el llamador. Momentos mas tarde un recién levantado Dr. T nos miró desde el interior de la mansión con su negro pelo enmarañado y vistiendo nada excepto una bata de terciopelo. Le tomo varios segundos darse cuenta de lo que tenía frente a sus ojos y otros segundos más relacionarlo con el sándwich para viajar en el tiempo que tenía preparado en su laboratorio secreto. Sin que nadie dijera nada, simplemente se ató la bata y dijo “Síganme”, y
Lo hicimos hasta su cocina donde nos indicó sentarnos a una mesa redonda.

Dr. T – Bueno, a ver si adivino. Ustedes dos, por lo que veo, se deben llevar algunas horas en tiempo y vos debes tener, al menos, 10 años mas que ellos. ¿Me equivoco?

Eduz del futuro – No, acertaste en todo.

Dr. T – ¿Quieren relatarme la historia?

Y así lo hicimos el Eduz del futuro y yo, mientras Eduz del pasado escuchaba. Cuando terminamos, el Dr. T vertió un polvillo mezclado con hierbas en su pipa cilíndrica y le dio mecha con un encendedor.

Dr. T – ¿Así que ambos vinieron acá para cagar a trompadas a alguien, se tomaron todas las molestias y vos, Eduz, arriesgaste tu vida con mi invento y al final los 3 se quedaron con bronca sin pegarle a nadie?

Eduz – Así es

Dr. T – Tanto remar para morir en la orilla ¿Eh?

Eduz – Sip

Dr. T – ¿Y a ninguno de ustedes, cabezas de mermelada, se le ocurrió que en vez de cagarse a trompadas mutuamente pueden molerle la cara a golpes, no solo al tal Gary Koleman sino tal vez al ex novio de su novia?


Eduz – (Mirando a los otros Eduz) Eehh...

Eduz del pasado – Bueno, enrealidad...


Una mirada entre nosotros fue mas que suficiente. Sin decir nada nos levantamos de la mesa y corrimos, acompañados por el sonriente Dr. T hasta la puerta de su casa. Desde ella nos grito, cuando no alejábamos:

Dr. T – ¡Cuando terminen vuelvan acá, que les voy a tener preparados un sándwich a cada uno para volver a su época!

Miré la hora en mi reloj, que marcó media hora para nuestro encuentro con Gar-K en su oficina en Vicente López. Iba a comentárselo a mis otros “Yos” pero los vi mirando su propio reloj y luego pensando en comentárselo a los otros. Era realmente reconfortante trabajar con un grupo de gente capaz.
Como era de esperarse, llegamos a la esquina de la parada y vimos un 314 saliendo y al conductor mostrando un furioso dedo medio tras una carcajada diabólica. Esperamos al siguiente, que no tardó en venir y obviamente fuimos contemplados con extraño por los demás pasajeros que en su vida habían visto gemelos tan exactamente iguales como, seguro, pensaban que yo y mis compañeros éramos.
Llegamos con 2 minutos de retraso (Bastante bien) y vimos en la esquina, al estafador mirando su reloj y fumando un cigarrillo.
Nos escondimos tras un kiosco de revistas y planeamos nuestra estrategia.

Eduz – Okey ¿Qué les parece esto? Lo rodeamos cada uno por un lado. Yo, Eduz, por atrás, Eduz del futuro por adelante y Eduz del pasado por el frente

Eduz del pasado – Pará, pará. ¿Por qué a vos te llamas “Eduz” y a mi me toca ser “Eduz del pasado”? En lo que a mí respecta, para mí ustedes dos son Eduz del futuro y yo soy el del presente.

Eduz del futuro – Y para mí ustedes dos, pendejos, son Eduz del pasado.

Eduz – Bueno, bueno, vamos a ponernos números mejor. Así nadie es el futuro ni pasado de nadie.

Eduz del futuro y Eduz del pasado – (Al unísono) ¡Yo soy el número 1!

Eduz del futuro – ¡No! ¡Yo soy el número 1!

Eduz del pasado – ¡Uh loco! ¡Siempre me to...!

Eduz – ¡Basta, cállense! No importa. Vos andá por allá, vos por allá y yo por allá. ¿Les gustó?

Eduz del futuro – Sí

Eduz del pasado – Sí, dale.

Una vez ubicados en posición y luego de que cada uno diera la señal furtiva ultra-secreta, comenzamos a avanzar en modalidad Ninja hacia nuestra víctima, que nunca nos vió venir hasta que ya fue demasiado tarde.

Gary Koleman – Hola, vos debes ser Eduz. Yo soy Gar-K. ¿Trajiste la...?

Su expresión denotó un profundo terror. Sus piernas temblaban, sus dedos se estiraron y se retorcieron. Intentó correr, pero Eduz del futuro le cerró el paso.

Eduz del futuro – ¿Sorprendido de vernos? ¡Ya me acuerdo de vos, estafador!

Eduz del pasado - ¿Qué te pasa? ¿Nunca viste una discrepancia en el espacio-tiempo?

Gary Koleman – ¿Cómo están haciendo esto? ¿Quiénes son?

Eduz – Somos el que querías cagar con tu estafa. Somos Eduz

Gary Koleman – ¡Pero son... (Trompada)

Lo molimos a golpes y volvimos a la mansión del Dr. Teodoro Polakievich, donde nos esperaba él con un sandwich a cada uno; El mío y el del Eduz del futuro con mayonesa des-combobulante y el de Eduz del pasado con mayonesa normal. Antes de darle el mordisco a nuestros sándwichs, decidimos despedirnos entre nosotros.


Eduz – Chau gente, los voy a extrañar

Eduz del pasado – Si, yo también

Eduz del futuro – Y yo. No los voy a olvidar jamás.

Nos abrazamos y cada uno ocupó un lugar a la mesa de la cocina. Le hinqué el diente a mi sándwich y así lo hizo Eduz del futuro, quien antes de desaparecer ante mi vista en un fogonazo blanco canturreó:

Eduz del futuro – Ah, me olvidaba. ¡Disfruten de su pelo natural mientras les dure!

Y así, en un abrir y cerrar de ojos me encontraba en mi propio tiempo, parado en la cocina de la palaciega mansión de mi buen amigo el Dr. Teodoro Polakievich quién pegó un grito de alegría al ver que había vuelto sano y salvo y sin mi cerebro salido por el ombligo. Le conté toda mi experiencia y reímos juntos hasta el anochecer. Cuando me disponía a irme a mi casa me dijo que esperara.

Dr. T – Hay algo que no te conté.

Eduz – ¿Qué cosa?

Dr. T – Resulta que apenas te fuiste y vi que el sándwich funcionaba, decidí probarlo yo mismo. Pero esta vez viajé hacia el futuro. Ahí encontré a Eduz del futuro, quién no salía mas con su novia pero al menos no se había vuelto un acosador maniático. Me contó que se había cruzado con Gary Koleman un par de veces y que seguía siendo tan garca como la primera vez que lo vieron. Así que decidí darle una lección yo mismo. Con un poco de ayuda de parte de mi ingenio y del Dr. T del futuro, lo cagamos a piñas otra vez y le robamos la plata que acababa de estafarle a algún pobre infeliz de la época. Pero no nos sentimos satisfechos, así que volvimos en el tiempo a segundos antes de que lo cargáramos a piñas y lo cagamos a piñas una vez más. Esto tampoco nos satisfizo así que por tercera vez, volvimos en el tiempo unos cuantos segundos antes de pegarle la segunda vez y lo molimos a golpes como pocas veces la humanidad tuvo la oportunidad de presenciar. En total, el botín que sacamos alcanza los $1.500. Pensamos que quizás te gustaría tenerlos.

Eduz – Pero no me pertenecen. Son del pobre infeliz al que se los afanó.

Dr. T – Es que... Ese pobre infeliz fuiste vos

Eduz – ¿Qué?

Dr. T – Si, por alguna falla cerebral que debes tener latente, volviste a caer en el mismo engaño

Eduz – No lo puede creer, que gil. ¡Que ganas de partirle la cara a Eduz del futuro!

Dr. T – Si, la verdad que si. Pero en lugar de eso, lo que te recomiendo es que lo pongas en un plazo fijo y lo dejes ahí hasta que pasen los 10 años en que se supone que tenes que tenerlos.

Eduz – Lo voy a hacer, Teodoro. ¡Gracias por todo!

Dr. T – De nada. Y ahora, si me disculpas, tengo que ir a visitar a cierto profesor de matemática que me reprobó en 4to grado por demostrar que el teorema de Ruffini era una farsa. ¡Hasta la próxima, amigo!

De un mordisco a una masita seca de chocolate, el Dr. T se evaporó de mi vista en un relampagueo blanco y yo me alejé sonriendo con un fangote de 1.500 pesos en mi mano derecha y un sándwich de milanesa en el izquierdo, para dejarlo como prueba y recuerdo del caso del estafador Gary-K y mis amigos del futuro.

Texto agregado el 10-07-2006, y leído por 102 visitantes. (0 votos)


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