Eres tú quien quiero beber,
absenta adorada. Recorrer tus matices
ha de ser mi anhelo camuflado,
que alivia resquemores en la lobreguez de mi mente.

Añoro poseerte de modo visceral,
fundirme dentro de tu interna capa de líbido,
alcanzar el supremo éxtasis contemplativo
que generan tus ojos magnéticos.

Capullos sulfúreos rondan mis pensamientos
al apreciar semejante imangen divina,
absenta incorpórea y lúbrica
de alucinógenos efectos en mi existencia infausta.

Universo de colores, efluvios de psicodelia,
golpes eléctricos se adhieren a mi torrente sanguíneo,
tan sólo basta beber de tí a bocanadas,
para embriagarme de conmoción, mi amada absenta.