He decidido desandar mis huellas y caer
Sin evitar las magulladas, los chichones
A pelear con mi aura, morder mis silbidos
Entrometerme en mi horfandad de piedra
He decidido invitarme al olvido...
Con las noticias frescas, venir a callarlas,
Mirar de reojo las veteranas que me rodean
Colgar los guantes, tirar la toalla
Ralentar la marcha, apagar el fuego
Cortar el agua, sitiar la plaza...,
Dejar de alimentar las esperanzas
pasarme a la vereda del frente,
Dejar de vestir el luto, darme por preso,
Eliminar los últimos pecados de mi lista
Más bien dejar de escribirla
He decidido acabar los vestigios de las noches
No he de cosechar lo sembrado
Guardaré los recuerdos para otra ocasión
Me burlaré de la lluvia
Cantaré las desgracias con sorna
Me dará lo mismo el ideal perdido
Me haré el sordo a los llantos más bellos
Correré el riesgo de someterme a apremios ilegítimos
Me creerán piltrafa
Y lo seré por vocación
Me pifiaré con insultos de grueso calibre
Contaré las estrellas, amo las verrugas
Me comeré las hormigas
Beberé mi sed
Seré mi sed
Y no saldré de mi escondrijo de polvo

Hasta no ver tus pasos buscar mi casa de nuevo...

Y sentirte golpear la puerta

Y hacer como que no he escuchado nada...