Solitario, contemplo,
escucho y siento.
Tras de mi,
la fría brisa,
se empeña en empujarme,
me envuelve.
Mi silencio le alienta.
La puerta abierta,
le ha dejado.
y llega hasta mi alma.
Ya piensa quedarse allí.
Me congela.

Necesito un sol

Espero por su fuerza,
su calor.
Que me regale sus rayos y derrita el hielo
que existe en mi interior.
Esta vez mi silencio,
la puerta deja abierta,
a la espera de la llegada,
de aquella tibia presencia.