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Capitulo V


***


No se quería levantar, daba vueltas a su cama constantemente, hubiera preferido nunca despertar o despertar en otro lugar que no fuera su cuarto, pero se hacía tarde para el trabajo, el era muy responsable, siempre lo fue desde chico, no podía dejar de ir a pesar de toda la tensión con la que cargaba. Bajó detenidamente las escaleras, estaba con su traje, muy similar al que había usado anteriormente y así repitiéndose todas los días anteriores. Cuando bajó su cara se vio iluminada porque vio a Eric, desayunando cereal.

-¿Eric?-
-Si hola, buenos días- le dijo sin dejar de ver al televisor.
-¿Te sientes bien?-
-Si ¿porque?- no volteó estaba viendo un programa matutino. Parecía que todo había sido solo un sueño, y aunque estaba dudoso, se comenzó a sentir mucho mejor.
-No, no sabes la pesadilla que tuve-
-Ok, ya se terminó – apaga la tele y voltea- ¿entonces que decías?
-Que tuve un terrible sueño, realmente horrible, pero veo que no fue cierto-
-¿Que soñaste amigo?- le dijo, mientras lavaba sus platos en el fregadero
-Soñé que te mataba, con un martillo- cuando le dijo lo miró fijamente, esperando una reacción de asombre de parte de Eric, pero no, al contrario soltó una enorme y sonora carcajada
-Jajaj, no me digas jajaj-
-Si, pero no solo eso, es que te destrozaba toda la cabeza y se veían tus sesos esparcidos, luego te metía a una hielera- pensó que con esa información iba a causar espanto en Eric, pero no, el volvió a reír, pero mas enérgicamente como si le hubieran contado el chiste mas gracioso que hubiera escuchado, y cuando vio lo mucho que reía, Edgar que se había sentido mal, culpable, comenzó a sonreír, y terminó riéndose junto con Eric, hasta casi llorar de la risa. Hablaron gustosamente, y todo el ánimo de Edgar cambió, ahora se sentía feliz, le contó sobre los papeles, lo que también le causo mucha gracia, y luego le recomendó ir para que les contara todo el mal entendido. Se subió a su carro, y ahora funcionaba perfecto, todo había sido un sueño, un terrible sueño del que había despertado.

-Ey- Puschkin
-¿Que paso?- dijo mientras sonreía gustoso
-Veo que estas muy feliz, ¿pero no se te hace que algo anda mal?
-¿De que estas hablando?-
-Si, digo, no quiero quitarte la alegría, ¿pero Eric andaba algo raro no crees?-
-Mmm a mi no me pareció, de hecho es bastante gracioso, cosa que no sabía-
-Bueno es precisamente a lo que me refiero, no es solo que no estuviera en su trabajo a esta hora, si no también su alegría cuando le contaste lo que pasó-
-Ay, típico de ti tratar de confundirme, todo esta bien lo se-

Dejó de hablar con Puschkin, y se dirigió al trabajo, estaba totalmente seguro de lo que tenía que hacer, iba a cambiar la situación ahora, el sentía que Marisa se quería salir con la suya, que conveniente para ella, decía “Me despiden, ella vende los papeles, y luego ella resulta incluso una victima, claro que no! me van a oír”. Sube en el elevador hasta que llega a su piso, y decididamente se va a la oficina de su jefe, su mirada transmitía no solo seguridad si no reto, abrió la puerta que daba a la oficina con valor:

-Edgar, te estuvimos buscando…- la secretaria
-Ya lo se, no digas mas, e venido a aclarar todo, ya es suficiente de esconderme en mi casa-
-Pero...- no la dejo terminar y entró impulsivamente a la oficina de su jefe
-¿Edgar, que haces?- se encontró con una oficina llena de ejecutivos, donde estaban hablando precisamente de los papeles perdidos.
-Ya es suficiente,- todos guardaron silencio- yo se donde están los papeles, y estoy arto de que piensen que yo me los robé-
-¿De que estas hablando Edgar?-
-Síganme, los guiaré al responsable de todo, o mejor dicho “a la responsable”-

Lo siguieron por el largo pasillo, el jefe y una fila de empresarios. Donde pasaban, todos los operadores y ejecutivos compañeros de él, los observaban con admiración, y algunos los siguieron para ver lo que pasaba. Desde lejos vio a Marisa, la cual al verlo cerró las persianas, “Pobre no sabe lo que le espera” pensó, continuó hasta la oficina, y :

-Aquí esta la responsable jefe, ella tiene los papeles, los robó, nada mas y nada menos que para vender la información, ella me los robó tratando de inculparme-
-Pero que tonterías estas diciendo Edgar- luego un empresario, se le acercó al jefe y le aconsejo algo, el jefe asintió, luego volvió la vista hacia el- Está bien, veremos si tienes razón, Marisa abre-

Marisa no abrió de inmediato lo que provocó que él abriera antes, sorprendiendo a Marisa, la cual:

-¿Que hacen aquí?, ¿que es todo esto?- Marisa, actuando evidentemente
-Ya Marisa, ¿pensabas que no me daría cuenta?, saca ya los papeles estas perdida-
-No se de que hablas, no se de lo que esta hablando jefe lo juro- Edgar se aproximó y tomó el maletín de Marisa, el sabía que ella los tenía ahí, luego lo vació sobre el escritorio y salió una carpeta verde-
-Ja, como lo pensé, esta carpeta es jefe, verifíquenlo si quieren- El jefe abrió la carpeta y si eran los papeles perdidos, Marisa se los había robado.
-Si, justamente estos son los papeles perdidos, creo que todo esta aclarado, policía llévensela- un montón de policías salieron y la esposaron frente a todos, y luego la sacaron de edificio, Marisa debe haber sentido mucha vergüenza- Y a ti Edgar creo que todos los presentes te debemos una disculpa, no debimos desconfiar de ti, ¿nos perdonas?-
-No se preocupe jefe, ella es la culpable, no ustedes, usted solo hacía su trabajo- Edgar se sentía liberado, todas las preocupaciones eran falsas.
-Gracias por aceptar las disculpas, pero no creo que sea suficiente, mereces un aumento definitivamente, hiciste un gran trabajo-
-No es necesario jefe, solo deme mi vieja oficina-

Todo el día fue bueno, estaba tan sonriente como nunca, había arreglado por fin sus asuntos y en la tarde salió temprano, porque el jefe ordenó que todos podían salir antes ese día. Iba feliz a su casa, tal vez compraría unas cervezas y se las tomaría con Eric. Llegó a su casa y ahí estaba su buen amigo, pero ahora no estaba sonriendo.

-¿Estas bien Eric?-
-No mucho, en realidad me duele un poco la cabeza- luego un hilo de sangre pasa por la entreteja y llega hasta su barbilla.
-¡Oye!, ¡estas sangrando!, ¿te pasó algo?-
-Ah, esto, no se, e sangrado todo el día, no te preocupes estoy bien-
-¿Estas seguro?-
-Si, ¿vas a cenar?-
-Si a decir verdad tengo algo de hambre-
-Yo también, pero primero voy a servirme un vaso de jugo- después se gira para ver el refrigerador y muestra la parte posterior de su cráneo con un enorme agujero donde se visualizaba restos de sesos y sangre goteándole, una mancha de sangre enorme en su camisa, mas específicamente en su espalda.
-¡Diablos Eric! ¡¿Que te paso?!-
-¿A que te refieres?-
-Traes un agujero en tu cabeza!-
-No juegues ¿donde?-
-¡Atrás tonto!-
-Ah este, no me sentí bien de repente, me duele la cabeza, ¿crees que sea esto?.- refiriéndose a el enorme orificio en su cráneo-
-Si indudablemente, ay que ir a un hospital-
-No no exageres, mejor prepara algo de cenar,-
-Mmm, bueno como digas, pero si te empiezas a sentir mal, me dices ¿esta bien?-
-Claro que si, te diré de inmediato-



***



Desperté contento hasta que lo analicé, era un sueño solamente, la enorme herida de Eric no podía ser otra cosa más que el golpe que le di con el martillo, que horrible, como hice eso, supongo que me invadió el pánico, pero esa no era razón para hacerlo y yo lo sabía. Una esperanza nació, que tal que fuera un sueño también el asesinato de Eric, ¿que tal?. Bajé a toda velocidad las escaleras, y me dirigí a la lavandería, el espacio entre la cocina y el patio trasero, desde que bajé las escaleras advertí que estaba la hielera ahí, eso fue acabando la idea de que hubiera sido un sueño. Cuando me acerqué hice una pausa frente a la enorme hielera que había comprado para las reuniones hace un año, pero no, todavía no era un hecho, tenía que verlo con mis propios ojos, todavía parecía un mal sueño que el cadáver de Eric yaciera ahí, abrí la tapa deslizándola, y lo que vi primero fue la mano del cuerpo, la cual parecía que trataba de señalar algo, pero no había nada a adonde apuntaba, mas bien era la posición en que había caído, cuando lo maté a martillazos, destrozándole incluso el cráneo a mi pobre amigo.



Texto agregado el 18-08-2006, y leído por 147 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
14-09-2006 Que situación tan deseperante para el pobre edgar, soñar que todo esta bien y despues despertar a su realidad, es increible en estas sircunstancias cualquiera ya se abria ajorcado, no se como le hace edgar para aguantar tanto.....ya comprendo.....mis 5 que buena histori. LuiguiDi
 
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