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Inicio / Cuenteros Locales / La_Columna / Las Puertas de Jerusalén. Escribe NINIVE para la columna de los días lunes

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Las Puertas de Jerusalén


Las puertas viables en la actualidad son siete y se suman a la interminable lista de números siete con que cuenta la historia universal.

Son siete los días de la semana que corresponden a los siete de la creación del mundo, según el Antiguo Testamento. La tierra está bañada por siete mares. Los hindúes descubrieron siete chacras o puntos de energía en el cuerpo. Dante describe siete infiernos y los metafísicos hablan de siete niveles de conciencia
Siete son los pecados capitales. Son siete las maravillas del mundo (en la página hay una de ellas).
Siete son las vacas flacas y las vacas gordas del sueño del Faraón de Egipto.

¿Más? El arco iris tiene siete colores, son siete las notas musicales y Blanca Nieves se acompañaba por siete enanitos. ¡Quien más tenga, más ponga! ¡A la gran siete dirán los argentinos!

Pero volviendo a las Puertas de Jerusalén; debo decir, después de hablar tanto del número siete, que en un principio fueron doce y actualmente siete son transitables y la octava está tapiada.

Desde lejos, se impone la vista de la masa de piedra, la hermosísima Piedra de Jerusalén que encontró en Arciniegas su enamorado incondicional. Escribe:

“...la piedra es rubia, de color de azúcar morena, con la entraña rosa. Cada bloque es una lámpara que tiene dentro encendida su luz. Así su entraña es una rosa o una herida o una llama. Por esto Jerusalén no es fría ni dura. La piedra lleva con su sangre bíblica, su reconditez florida”. *

Vista de lejos, la ciudad es una lección de geometría sacada de las peñas.

El muro de la ciudad respira por siete bocas, se presenta como una cinta ondulante de bordes dentellados que rodea por cuatro kilímetros la ciudad vieja. Tiene una altura de veinte metros y fue construido por orden de Suleimán el Grande entre los años 1536 al 1542, cuando la ciudad estaba bajo el control del gobierno otomano.

La puerta más grande es la Puerta de Damasco. Mira en dirección a la ciudad de Damasco.

La Puerta de Las Flores toma el nombre de la flor que se encuentra esculpida en relieve sobre ella. Es conocida también como la Puerta de Herodes. Da acceso al barrio musulmán.

En frente al Monte de los Olivos se abre la Puerta de Los Leones que también da acceso al barrio musulmán y se encuentra al lado de la antigua fortaleza Antonia. Comunica con el Monte del Templo. Dos leones esculpidos a los lados del arco le dan su nombre.

La Puerta del Estiércol. Llamada así porque en su cercanía, en los tiempos de Sultán Suleimán, se encontraba un basurero público. Por esta puerta se accede al Muro de los lamentos y al barrio judío.

La Puerta de Sión que comunica el Monte de Sión con los barrios judíos y armenios. Los árabes llaman a esta puerta Bad ed-Daoud, que significa “Puerta de David” porque conduce al monte Sión donde la tradición del pueblo cree que se encuentra la tumba del Rey David. Hoy se ven en sus paredes las marcas, las magulladuras que le han dejado todos los combates que se han librado en su proximidad.

En dirección al oeste podemos ver la Puerta de Yafo, cuyo nombre nos recuerda el antiguo puerto de la ciudad de Yafo. Su posición estratégica da acceso a los barrios cristiano, armenio y musulmán y la convierten en la arteria preferida por los turistas. Pasando por esta puerta se encuentra inmediatamente el famoso mercado. Junto a esta puerta se encuentra la torre de David.

La séptima es la Puerta Nueva, también con vista hacia el oeste. Fue abierta en 1889 y comunica el barrio cristiano que está dentro de los muros y la ciudad nueva de Jerusalén, fuera de los muros.

Por último la octava puerta, la murada, muy especial y llena de significado. Es la Puerta de La Misericordia o Puerta Dorada. Tiene dos arcos que fueron tapiados por los musulmanes. La tradición nos cuenta que el Mesías ha de entrar a Jerusalén por esa puerta. La actual puerta fue construída por los bizantinos sobre los cimientos que se remontan a la época del Rey Salomón.

Si caminamos por el laberinto de las calles, lo mejor para “sentir” esta ciudad, es deambular prestando oídos al sonido de la voz de los almuédanos, mezclado con el toque de campanas de las iglesias y conventos, observar los colores de los puestos del mercado, aspirar el olor a especias y a narguiles (la pipa de agua) y seguir caminando sin rumbo por las callejas cruzadas por arcos y contrafuertes.

Hago votos para que en un futuro cercano, esta simple reseña de las puertas de Jerusalén pueda servirles de guía en una visita a la Ciudad Eterna. Amén.



* Germán Arciniegas
“Entre el Mar Rojo y el Mar Muerto”
Edición Guberek, Bogotá



Yvette Nino : NINIVE
Jerusalén, Septiembre de 2006


Texto agregado el 18-09-2006, y leído por 3658 visitantes. (13 votos)


Lectores Opinan
23-11-2006 Bueno... Me había perdido esta columna de los lunes y la verdad, leerla fue un placer y la tendré en cuenta para cuando visite la ciudad de Jerusalén, que será cuando la situación en Oriente Medio mejore, la pregunta a saber es... ¿Mejorará alguna vez?***** josef
23-09-2006 Me pareció estar allí, de veras. margarita-zamudio
21-09-2006 Es un placer leer tu descripción de Jerusalén y sus siete puertas, cargadas de historia. A pesar de todos los conflictos a su alrededor, en ese espacio cerrado, tan pequeño, siguen conviviendo cuturas y religiones diferentes. Es un verdadero enigma. loretopaz
20-09-2006 Un placer caminar junto a vos, Yvette, recorriendo Jerusalen. Excelente guía, amiga y escritora. Un abrazote ***** neus_de_juan
19-09-2006 En esta columna repleta de historia, nos llevas de la mano a través de esta ciudad que comparte culturas y religiones, demostrando que es posible en entendimiento ¿Seremos capaces de entenderlo? ***** blasleon
19-09-2006 buen viaje nos diste por una de las ciudades mas interesantes del mundo y de la historia. Imprimi la columna por si alguna vez pueda tener la suerte de visitrla de persona. fredonedi
19-09-2006 No conozco personalmente Jerusalén. Pero al leer tu texto tuve la sensación de caminarpor ellla empapada de mística, tradición, historia. Hermosos recorrido. Gracias por compartirlo. Shou
19-09-2006 Gracias por esta simpática visita a Jerusalen y por lo bien descrita. graju
18-09-2006 Falta mucha escuela periodistica Mejor suerte para la proxima Bernabe-Basul
18-09-2006 Me ha agradado saber sobre las puertas mientras paseaba por ellas***** Un saludo de SOL-O-LUNA
18-09-2006 la introducción es excelente, hasta humor tiene, el resto es una descripción magnífica que hace que el lector recorra de tu mano esos lugares tan especiales más allá de cualquier religión Mis estrellas, en este caso son ******* india
18-09-2006 Amén. Amén. Amén. Gracias Yvette! Ya estaremos por allí, para olfatear, aunque mas no sea, enooooormes tradiciones!!!!! Máximo islero
18-09-2006 Para empezar, el preámbulo ecerca del nº 7, todo un entremés de simbolismos y referencias misteriosamente agradables. Y ya de lleno en tu artículo, me siento dichoso caminando bajo los sietes dinteles que a un mar de olivos en flor me llevan, pero al llegar a la octava puerta, (esa que dicen que se abrirá con la última llegada del Mesías), me cierra el paso al infinito, y recuerdo aquellos versos del poeta palestino: "El olivar era en otro tiempo verde y el cielo un bosque azul, amor mío, ¿quién lo ha cambiado esta noche?" (Mahmoud Darwish) azulada
18-09-2006 Describir la ciudad de Jerusalem es escribir la historia de la humanidad, desde la noche de los tiempos, hasta nuestros días, ciudad fundadora y símbolo del monoteísmo, templo de hebreos y sus hermanos árabes, como todos los semitas, resultado de una antigua mezcla de la raza blanca con la negra. Los beduinos tribus nómadas, entre el mar Rojo y el golfo Pérsico, entre el Éufrates y Palestina. Amonistas, Elemitas, Edomitas, todos se reunen, viajeros. Por vehículo, el camello; por casa, la tienda de campaña. Tribus errantes como los primeros celtas. La antigua Salem donde residirá Melquisedech, fortaleza que más tarde será Jerusalem. Sin embargo, los grandes palacios de Babilonia y Ninivé con sus misterios también ejercian una gran fascinación. Pero la historia siempre se nos pierde en la inmesidad del desierto de la incompresión del verdadero sentido de la vida, y confudimos piedras, con dioses; espíritu y materia. Me estoy poniendo seria, y sinceramente, como lectora, asidua, de la Columna, la tuya me ha hecho reir, con simpatia, por ese golpe de humor, irónico, sobre las siete maravillas ¡Viva el humor siempre! Quizá, alguna vez, por esas puertas seamos capaces de reunir a Rama, a Krishna, a Hermés, a Moïse, el mito de Orphée, a los misterios de Elias, Pythagore, Platón, Jesús y los misterios de Egipto. Alguna vez, sin duda, conseguiremos convivir, y Jerusalem tendrá PAZ maravillas
18-09-2006 La piedra dorada de Jerusalén, la ciudad dorada: Jerusalén, tuve la oportunidad de llegar a la hora en que comenzaba la puesta del sol, la ciudad brillaba desde sus colinas y se encandila el alma de emoción. A través de tu narración he tratado de descubrir por cual puerta de las siete que mencionas ingresé a la ciudad antigua, a mis espaldas la nueva Jerusalén, lo que me indicaría que atravesé la Puerta Nueva o podría ser la puerta de Yafo, el muro de los lamentos y el mercado se encontraban casi inmediatamente, puede ser que mi memoria me confunda y que caminé mucho subiendo y bajando escalinatas sin darme cuenta todo el recorrido que hacía. Las sensaciones se confunden con las emociones al visitar la Ciudad Eterna, como tan bien describes los aromas, el canto de los almuédanos, las campanas de las iglesias católicas, las diferentes lenguas que se escuchan, sabores y comidas de países tan lejanos para mí. Así como describes las siete puertas, es como despiertas el deseo de volver y conocer cada una de ellas, con sus propias características e historia, encuentro de culturas, razas y religiones, y el recuerdo del primer día caminando desde la ciudad nueva hacia la antigua, presenciar el ingreso de un beduino en su camello, cubierto su lomo con manta roja y bordados dorados, ingresando por la loma hacia la puerta con todas sus galas. Gracias por el hermoso recorrido, he disfrutado la lectura, sintiéndome inmersa en los recuerdos de una hermosa e inolvidable experiencia. Ignacia
18-09-2006 Un maravilloso paseo.!! Gracias*****5 terref
18-09-2006 La mística alrededor de Jerusalén siempre me ha generado curiosidad e inquietud. Me gustaría conocer más del tema si tienes referentes que me puedas aportar al LDV. Leí lo de Arciniegas hace tiempo. También he leído el "Nuevo Código Real", te lo recomiendo mucho porque viene explicado muy bien lo del pacto renovado y algunos detalles de las escrituras que pocas veces nos han mostrado las doctrinas tradicionales (católicos, judíos ortodoxos, etc.) Es un tema para recrearse más que para dogmatizarse. De dogmas estamos ya reventados, pero leer como cultura general y para ampliar un poco sobre temas como éste, me parece agradable, además que el lenguaje que se utiliza es sencillo. Gracias por este recorrido a través de las 7 puertas de una ciudad hermosa y sagrada. 5* Carmen_Posada
18-09-2006 Gracias Ninive por estas explicaciones y este paseo de la mano de tus letras. Muy buen texto. Besos y estrellas. Magda Gmmagdalena
 
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