Te advertido en mis noches: cansada, desnuda y pálida
me pides a gritos que no revele tu nombre
que no llame amor a lo celeste de nuestros cuerpos
que no llame eternidad al rose de nuestras almas
que no llame esperanza a lo que no dicen nuestras bocas.

me pides a gritos que no revele tu nombre

que no revele el último ricón donde caímos como mariposas heridas
que olvide la última caricia que nos hizo temblar como ángeles culpables
que olvide tus manos, tu pelo y todo de ti.

Me pides a gritos que no revele tu nombre
que diga la verdad si hay una posible mentira
que diga una mentira si hay una verdad.

Me pides a gritos.