Nadie la obligó a tomar de esa sustancia, sonaba peligroso, pero parecía divertido. El vaso sólo tenía unas letras escritas con crayones de diferentes colores. Decía “bébeme”. Ella era una niña muy curiosa, demasiado tal vez, y le gustaba probar nuevas experiencias. Estaba sentada a la sombra de un árbol cerca del río. La habían invitado sus amigos. La niña miraba a todos lados expectante, esperando los efectos de la droga...o será un veneno?...el nombre de la sustancia daba miedo...”ácido”.

Todo era silencio, sólo los ruidos de los árboles, las hojas siendo barridas por el viento. De pronto empezó a escuchar...a escuchar muchos ruidos... voces, pasos, gritos que se confundían en un gran torbellino que giraba alrededor de ella, un tornado que crecía y parecía llevarse las hojas, sus ropas y su cordura...

Sintió algunas voces que pudo unirlas en oraciones: "¡No me gustan los gatos!",... "¿Qué tamaño quieres tener?"..., "¡Qué asco de serpientes!"..., "A lo mejor es la pimienta lo que pone a la gente de mal humor"..., "¿En qué se parece un cuervo a un escritorio?". La niña no lo pudo soportar más, las voces parecían salir de su cabeza, y cerró los ojos, esperando que las voces se callaran...

Pero fue para peor. Ahora sentía que caía en un precipicio sin fondo. Pudo ver estantes en las oscuras paredes del abismo, quiso gritar y cayó en un gran lago de agua salada, quiso respirar y se encontró atrapada en una casa tan pequeña que no se podía mover, pidió ayuda, y se vio sentada en una mesa con tres extrañas criaturas que le reprochaban su mala educación, se encontró en una playa, con una morsa, en unos laberínticos jardines, conversando con animales, corriendo en los bosques...

La niña se desesperó, no se acordó que todo era irreal, trató de escapar de la reina, sintió los gritos de sus amigos a lo lejos, ella sólo escapaba...escapaba de la realidad...que le corten la cabeza...y ella corría, enceguecida por la ficción...¿comen gatos los murciélagos?...corría buscando al conejo blanco...ella no había robado los pasteles de la reina...y el gato de Chesire sólo sonreía...el gato sólo sonreía...

......

La encontraron muerta a cien metros del lugar...decapitada...pobre Alicia Lidell...nadie supo quien la mató... y la oferta de la Duquesa todavía resonaba por entre los árboles...

... “mermelada ayer y mañana, pero nunca mermelada hoy” ...