Te firmo una cláusula de total olvido;
renuncia absoluta que mi mente hace de ti.
Me comprometo a no acosarte con mis anhelos,
no perseguirte con mis pensamientos;
hago promesa a tus ojos
de no escribir mas de ellos
y no inspirarme mas con tu recuerdo.

Te dejo en tu camino,
yo sigo caminando tranquila , el mío;
y lo ultimo que te entrego
es tan solo un profundo deseo:
que te cobije la vida ,
y con cada día que vivas
construyas una gran muralla de alegrías.

Un adiós infinito
con la sonrisa de sello,
impregnando mis pasos
del “hasta nunca” a tus besos.