el hombre simplemente se desaliño el crespo pelo entrecano, suspiro, y se envolvio en la vieja remera de Racing,. Miro tras la ventana y la silueta se alejaba entre las figuras difuminadas de los autos a esa hora de Buenos Aires. La noche habia sido tan casual que , todo era sensual.
Aùn en la incertidumbre de la aventura facil, el entrecano amigo, se levanto de la cama, que horas antes habia sido un lago de cisnes morenos; se dirigio a la mesa de cafè en busca de la nota que lo despertara del ensueño casual; no existia.
La felicidad de un principio, que ya se imaginaba con urras en la oficina, ahora se empezo a vestir de angustia; no estba de mas en estos tiempos todo era tan malvado que hasta un encuentro nocturno podìa tener consecuencias funebres. Ya la remera no le era comoda pues olìa a sus humedos muslos.
Se miro en el espejo, mientras se preguntaba que sucedìa. ¿Ni siquiera alguna nota de despedida?, buscaba en la tarja , con una carga de vacio.
Al levantar la mirada su reflejo sonreia: ¡ Lo ves boludo, ser utilizado es una porquerìa!

Respeto a las mujeres