Poco antes de nacer, por el camino de la nada, donde todo es liso, sin forma y silencioso; encontré a una niña llorando.
En sus manos contenía el dolor de su cuerpo ensangrentado y desnudo, y en sus ojos sólo pude ver la sonrisa cobarde de la muerte.
Poco antes de nacer, oí la voz de aquella niña que decía: "Jamás me conocerás, ni me amarás; pero has de saber, que yo..."
* * *
Después, cuando yo nací, nací llorando...
Desde entonces el reloj comenzó a marcar los segundos, y los años arrancaron los días al calendario.
Y mientras el mundo se ha ido cubriendo con el polvo del viento, el tiempo sólo acaricia sombras que bien pudieron ser sus sombras...
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Siempre muere una estrella, mientras la noche navega...