I

Esas horas,
en las que las velas de mi candelabro se consumieron
en las que dios y el diablo juegan con nuestras almas

camino

camino en el bosque gris,
donde reina el silencio y la oscuridad,
donde un grito de futuro se oye a la distancia.

II

Después de una noche de alcohol,
de sinceridades y agonías,
camino solo sobre este vasto paisaje;
con el alma caída,
asustado como bebe lejos de mama,
miro en la oscuridad y reacciono.

Creció mi sombra,
porque mi alma creció,
mas erguido que nunca,
camino.

III

En ese instante,
en que la oscuridad pura
ilumina la noche mas densa,
en que mi alma es tan grande,
que no hay deidad que pueda conmigo
observo

observo que mi mente juega conmigo
imaginando cosas que no hay
encogiendo mi alma