| María, madre de tus fieles criaturasEres alimento de esperanzados corazones
 Entre el mundo, tu me alejas de mis penurias
 Con amor y dulzura, entre los fuertes dolores,
 
 Tu que diste vida a mi salvación
 Que me enseñaste a vivir como el señor,
 Y sufriste su muerte al frente de su crucifixión
 Al yo le di por un fuerte pecador,
 
 Que daría yo por verte a los ojos,
 Besarte los pies suavemente, como tu siervo,
 Y decirte lo mucho que yo siento
 Y tu protegerme con tu bello manto
 
 Corazón inmaculado, muéstrame el camino
 De una vida sin pecado, al lado del crucificado
 Con piedad caminare, y a ti te serviré,
 Por amor, a ti te alabare
 
 Me diste la vida, para seguir tu caminar
 Vivo en oscuridad, frente a la luz,
 Una fuerte luz, que brilla sin cesar,
 María, ese nombre que me protege y me guia
 
 |