Persiste mi adicción a ti
mientras que mis manos danzan en la nada
acariciando un rostro hecho de aire
de recuerdos bellos
de reflexiones innecesarias.

Tu fotografía me observa
mis labios reclaman tus besos
mi espalda reclama tus manos
el cuerpo esta en rebelión
por tu lejanía.

Muere la tarde herida
con dulces matices de ausencia
suspiros
sonrisas falsas
tu nombre se adueño de mi boca.

Felizmente atado a tus facciones delicadas
soy esclavo de la furia que me destroza
del huracán que es tu pasión desbordada
del fuego ardiente del amor que brindas.

Todo se ha vuelto un recuerdo
encarcelado en mi cabeza
que se llena de ti.

La noche inunda el cielo
en esta ciudad lejana
y la tristeza
canta.