A puro hueso...

Hoy me pondré serio
pues ya esta bien de la risa
que provoca mi estampa
al pasearme sin camisa
por el desolado cementerio.

No es mi esquelética figura
el motivo de tanto carcajeo
pues no vi a unos huesos
con tantísimo meneo
por ninguna sepultura.

Tampoco es mi pelo al viento
que desata las ambiciones
de algún calvo cadáver
que en sus lamentaciones
se peina el sufrimiento.

Ni mucho menos ha de ser
mi tersa y bronceada piel
ya que carezco de ella
pues desde el día aquel
solo el hueso se deja ver.

Dirán que soy transparente
y esta es la cruenta la razón
que una huesuda flaquita
se quedó con el pellejón
y me privó de él eternamente.

Así que mostrare mi esqueleto,
aunque se ría mas de uno
desde allá de la ultratumba
pues todavía no vi a ninguno
alegre, estando incompleto.

Bailan los huesos
el rictus de la muerte,
se pasea el poeta
en su yerma suerte
de reírse con sus versos.

Joan Bosch © 04/11/06