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Se levantó sintiendo ese vacío que algunas veces había llenado su alma,... Los sueños pueden doler o sacarte una sonrisa, lo ilógico que a los ojos conscientes resulta ser, alguien ajeno a él mismo en los sueños; pero en verdad ¿es tan ajeno? Ese ser humano que vive dentro de otro ser humano y así sucesivamente juntando las complejas personalidades existentes en cada uno, lo que más nos turba, pero a la vez lo que nos hace más felices…

Los rayos de la mañana rozan su armónico rostro, mientras la impresión de verse y sentirse triste seguía atormentando su pensamiento, atormentando su alma... pero como cada día, cómo puede él pensar que eso ¿es real?, realmente un sueño "tonto" pero a la vez "triste" puede ser importante para alguien como él? alguien como él.....

Azul, el color de los niños y de los sueños; de los más profundos anhelos, de los dulces placeres, de las dolorosas vergüenzas pero en sí de lo que más nos fascina y a lo que más le tememos... Muchas veces el color de los imposibles; imposibles para la percepción del que lo ve, del que lo siente, del que lo vive y no lo acepta; imposible por que él quiere que sea imposible. El sobre control de su vida, las ganas de mandar al mundo al demonio y no expresarlo, las ganas de gritar ¡estúpidos!, todas esas ganas que se callan y sucumben a “ese no soy yo”.

Estando sólo en ese cuarto de oceánicas paredes, A veces se mira y se avergüenza, sintiendo esa culpa por algo indebido; haber probado los pétalos; que simbolizan elementos que lo llenan, que suelen ser excitantes y peligrosos, esos deseos más íntimos que en la vulgar y común realidad ridiculizan pero que sólo, en ese cuarto de azules proporciones, junto a esa cama ajena pero tan de él llenan ese ardor interno, tan doloroso pero tan suyo, tan reprochable, pero que lo hace soñar, lo hace sentir, lo hace ser. Solamente él y nadie más que él sabe que los necesita... La rutina diaria lo entristece, lo pone tenso, defensivo, soñar y dormir como él lo ha dicho, lo hace sentir "bien". Aunque la nostalgia y las ganas de explotar siguen ahí....

Es culpable, ¿por sentir de la manera que siente? ¿Poseer semejantes delicias lo es? Sus pupilas crecen y se enloquecen al sentir el peligro tan temido pero a la vez tan deseado, enfrentarse con sus miedos de manera tan agradable; lo apacible que se mira, lo concentrado y deseoso, pero a su vez triste solamente triste como él lo define…sonríe tristemente al recordar.... aún no entiende o no quiere ver que ha sucedido, se sienta en su cama, cruza sus piernas y empieza a revivir....

Algunos creen que el color de los sueños es semejante al color del aura humana, ¿Será que su aura es azul? Será que esa tonalidad suscita en él el deseo de controlar aún en ese espacio que fue creado celestialmente para relajarse, para ser lo que en la aburrida realidad no podemos; por miedo a hacer el ridículo o ¿qué se rían de nosotros? Sentado a la luz de la pequeña lámpara, juzgándose internamente, con el miedo a ser descubierto, ese lugar extraño, tan diferente pero tan suyo, que provoca culpa, pero a la vez emoción, cuando lo más cercano a lo desconocido grita esas necesidades que viven dentro de él, eso que dejo de ser un sueño y se mimetiza con él mismo pasa a ser parte de él mismo; aunque represente debilidad es como los pétalos, es algo hermoso que lo hace sentir activo, el hecho orgánico de compararlo con el sustento, significará entonces que es algo normal? Que aunque parezca bochornoso e idiota es necesario, qué quizá muchas veces ese corazoncito tan lleno de amor y de cosas lindas que dar se ensimisma y prefiere “tragarse” todas las cosas lindas que tiene destinadas a dar. Sucederá entonces que ese deseo de control, esa racionalidad algunas veces exagerada y ¡tonta! Si, tonta, ¡muy tonta! va a impedir que esa parte tan valiosa y única viva, arda y lo haga vibrar. Esa serie de actos que lo confortan y que le hacen soñar, pero no con los ojos cerrados sino con el corazoncito latiéndole inagotablemente, verdaderamente ¿dolerá tanto vivir? ¿Dolerá?...

Al igual que esos pétalos que lo desesperan; que lo molestan, pero que son tan necesarios para él; que aunque estén marchitos necesita tenerlos cerca, sentirlos y probarlos, aunque en su realidad no sean importantes o más bien aparentemente no los necesita, que muchas veces lo hacen sentir extraño, pero que llenan esa parte de sus sueños, de sus más recónditos y anhelados deseos, las ganas de ser el único, las ganas de ser el principal, las ganas de ser el protagonista, de esa historia que no se decide a realizar… las ganas de sentirse vivo, de sonreír, las ganas de ser alguien amado y con la enorme capacidad de amar…

El hecho de pensarse especial lo asusta, el hecho de mutar a otra personalidad lo desequilibra, lo hermoso de su ser algunas veces resulta incomprensible; el ser llamado “único y especial” lo atemoriza, el temor de no llenar esos inservibles cánones lo entristecen… el pensarse adulto lo inquieta, el verse como un chiquillo lo alegra pero a la vez lo hace sentir inadecuado… esa contrariedad que gobierna su medio, ese engaño psíquico que lo mantiene y que lo hunde…. ¿Por qué no ser quién quiere ser?; ¿por qué no gritar a los cuatro vientos y de manera abierta lo que desea? ¿Por qué?

Ese chico talentoso, de bellos dibujos y hermosos diseños, se piensa, se ve como alguien grande, se ve bello como siempre ha sido, “encantador” como él diría, como esa creación increíble, ese ser humano íntegro, esa alma que necesita ser amada, ese chico que se voltea al otro lado de la cama intentando no ver más, tratando de ignorar lo que pasa, que razona en vez de sentir, ese chico con alma de niño, con carita de mujer, con humor cínico, con un universo dentro en su interior, con esa reserva que lo caracteriza y que lo hace tan él, tan Pierre… Ese ángel que se desconcierta al saber que puede ser especial, que no entiende como puede ser el centro, que prefiere pasar como una hoja de manera delicada y definida… Pierre, Don Pierre…

Será que siempre va a imperar esa contradicción, esa culpa que vive en su interior, esa lucha de poderes? Esos sueños que son reflejos de él mismo; se acuesta de nuevo se pregunta ¿por qué se vio tan tonto comiendo flores? El poder de su autocontrol, aún cubre de manera superflua sus verdaderos deseos…

Se voltea y se dice a sí mismo: - estoy vivo, estoy aquí, me voy a dormir-...




Texto agregado el 12-11-2006, y leído por 240 visitantes. (7 votos)


Lectores Opinan
09-08-2007 Muy interesante. Yo veo este relato como el comienzo de una novela. margarita-zamudio
07-05-2007 lo que decís es conmovedor y cierto, y me consta porque yo también me he acostado pero sin dormir. Acaso Borges tenga razón y un hombre sea todos los hombres, ¿no? ferdinand
06-05-2007 Inexplicable pero cierto... Nia
06-05-2007 Ah amiga! que inspirada en pierre. Nia
20-11-2006 Es fascinante la descripción simultánea que realizas. _Critica_
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