"Muchas personas, y esto es poco decir, claudican sus sueños e ilusiones por obstáculos y problemas que permiten se vuelvan desproporcionados; a veces fueron los comentarios de alguien que nos hirió; otras una dificultad que se presentó causando desánimo; también por falta de hábitos adcuados en la vida personal. Muchos lloran y suspiran cuando piensan en su anhelo más preciado pero que quedó estancando.
Siempre existe un momento para levantarse, aunque lo creamos muy tarde, como existió ese instante para caer. Las grandes realizaciones confían en Dios, la vida, las propias fuerzas para hacerse realidad.
¿cuál es el obstáculo que hoy debo derribar en mí mismo? No es una pregunta para despreciar".